domingo, 16 de septiembre de 2012

Holmes & Watson: Madrid Days (2012): Ay, Señor, qué cruz




Dir (es un decir). José Luis Garci
Int. Gary ("es un enigma") Piquer, José Luis ("prepárame un cocidito, anda") García Pérez, Leticia (al menos te alegra la vista) Dolera
129 (interminables) minutos. Spain (of course)



La historia es de todos conocida. Garci sabrá mucho sobre cine (eso no hay quien lo discuta), pero desde luego no tiene mucha idea acerca de cómo promocionar los plúmbeos bodrios que perpetra. A la posteridad quedará ya aquel famoso y primer trailer de la "película" que nos ocupa... sí, aquel absurdo collage de escenas montadas sin ton ni son pero que, al menos, advertían al espectador de lo que podía esperar de esta "película": la saturación de diálogos inanes hasta alcanzar el empacho, enterocolitis, dispepsia o gastroenteritis. No deja de resultar paradójico que una persona comentara, nada más ver el susodicho, que aquéllo parecía más bien el trailer de una nueva adaptación a la gran (o pequeña, ya puestos) pantalla de "Fortunata y Jacinta". Y resulta paradójico porque esta película se podría haber titulado más bien "Holmes & Galdós: Porras Days". Por supuesto, utilizo el término "porra" en su acepción de "churro"... lo cual, por cierto, resulta de lo más apropiado para definir este despropósito... en su acepción adjetival no culinaria, por supuesto. ¿Me siguen? Bueno, no nos desviemos del tema. Aquí tienen el trailer original. Siéntensen, póngase cómodos y felices sueños:





¿Siguen ahí? Lo único positivo de ese trailer es que era sincero. Como ya se ha comentado anteriormente, no engañaba a nadie y resultaba premonitorio del mamarracho que iba a ser, acusando ya muchos de sus principales defectos: ese montaje lánguido y renqueante que convierte su ya de por sí (innecesariamente) alargado metraje (131 minutos de "hórror vacui") en una experiencia cercana a la lobotomía, o ese sádico cúmulo de diálogos vacíos y risibles, de los que se regodean en su propia estulticia. En ese sentido, no sé si agradecerle a aquel anónimo que tuviera la feliz idea de enseñarles cómo filmar un trailer en condiciones, utilizando un montaje más dinámico y un acompañamiento musical más intrigante, tomado de la película "Inception" de Christopher Nolan (el plano final con el rostro en primer plano de Gallardón no tiene precio).



Garci y los suyos debieron de quedar muy impresionados, ya que el trailer final de la "película", como se puede comprobar, lima las asperezas (atención al eufemismo) del original, tomando el realizado por aquel anónimo como referencia:



El problema de este trailer definitivo, por supuesto, es que da una idea de la "película" que ya no se corresponde en absoluto con la realidad, de modo que todos aquéllos que hayan visto dicho trailer definitivo y no el anterior correrán el riesgo de verse seducidos por la tentación de ver la "película", esperando encontrarse con una historia mínimamente entretenida, dinámica y original sobre investigaciones y asesinatos en el Madrid decimonónico. Y ya será demasiado tarde. Porque, no nos engañemos, Garci será todo lo aficionado a Conan Doyle y su mítica creación que quiera, pero desde luego le interesa más bien poco respetar las señas de identidad de dicho personaje y su universo. La "investigación", por llamarla de alguna manera, es puramente anecdótica, al igual que los supuestos crímenes. Todo ello no es más que un tramposo McGuffin, una triste y patética excusa que le permiten al realizador reincidir y recrearse en sus obsesiones recurrentes, la reflexión sobre el pasado, el presente y el futuro de España (como si a alguien le importaran sus reflexiones a estas alturas). En otras palabras, lo de Sherlock Holmes es un puro reclamo, un infame pretexto para regurgitar una de las mayores tomaduras de pelo que haya tenido la desgracia de sufrir en una sala de cine en mucho tiempo.

Mientras que los "Sherlock Holmes" de Ritchie convierten al célebre personaje literario en un payaso bufonesco sin gracia con todos los tics e histrionismos del cargante y cansino Robert Downey Jr., la película de Garci lo convierte en una lánguida e innecesaria alma en pena que va deambulando por la Madrid de Galdós y Albéniz buscando algún pretexto que justifique su inclusión en semejante despropósito de historia. Resulta paradójico que alguien tan versado en cine como Garci, y cuyos grandes referentes cinematográficos son directores de la talla de un John Ford o un Howard Hawks no haya aprendido nada de estos maestros y reincida en un cine acartonado, manierista, artificioso, y tan tristemente carente de ritmo como esta "Holmes & Watson: Madrid Days" (por cierto, título ridículo donde los haya).

 "¡Es un enigma!"

El principal y más imperdonable error de este bodrio es que, a pesar de la inclusión de momentos de "comic relief" que dan vergüenza ajena, como el cameo de ese "humorista" sin gracia de Cruz y Raya o el insufrible Carlos Iglesias como revisor de tren con una irritante propensión a tararear los "clásicos populares" (lo único risible aquí es la barba postiza de Gallardón), "Holmes & Watson: Madrid Days" es, en última instancia, una película que se toma demasiado en serio a sí misma, lo cual, unido su mortecino montaje & dirección, esa teatralidad impostada y risible afectación con la que los actores esputan sus líneas de diálogo como si estuvieran en una película más trascendente de lo que jamás podría ser... contribuyen a hacer de esta "película" lo que en mi argot suelo denominar, pero siempre desde el cariño, "Mojón Supino". Y aunque ni siquiera la aparición de la adorable Leticia Dolera contribuye a hacer más llevadero el tormento, uno siempre puede tomárselo con humor gracias a las críticas encontradas en webs y blogs tales como Cinecutre o Vicisitud y Sordidez.


Calificación de la "película": * de *****

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