sábado, 5 de octubre de 2024

Tributo a Vangelis (1943-2022)

 

Los sintetizadores (…) son para aproximarse a la naturaleza (...) La gente dice que la música sintetizada es muy fría, pero no es la música, sino quien está detrás, el músico.”

 

Evángelos Odysséas Papathanassíou (1943-2022), mundialmente conocido como Vangelis, es, sin lugar a dudas, uno de los más grandes, innovadores y polifacéticos genios que haya dado la música instrumental del siglo XX. Nacido en Volos (antigua Agria), Grecia, en el seno de una familia acomodada, mostró interés por la música a muy temprana edad, y a los 6 años daría su primer concierto en un teatro local en donde presentaría sus propias composiciones. Esta vocación musical iría unida, desde sus inicios, a una irrefrenable inquietud por experimentar con el mundo de los sonidos: por ejemplo, gustaba de introducir clavos y utensilios de cocina dentro de instrumentos como el piano, a fin de extraer distintos efectos y sonoridades del mismo.


De formación eminentemente autodidacta pese a los infructuosos intentos de sus padres por darle una formación musical académica, iría desarrollando un estilo propio y personal basado muy especialmente en su portentosa capacidad de improvisación. Según sus propias declaraciones: “(…) Cuando los maestros me pedían que tocara algo, yo hacía como que estaba leyendo la partitura, pero en realidad tocaba de memoria. No logré engañarlos, pero no me importó.” Desde su manera personal de entender y sentir la música, esta clase de instrucción, de carácter normativo, no era más que una traba a la creatividad que pugnaba por expresarse. 

Joker: Folie à Deux (Todd Phillips, 2024)

 


Hace cinco años, el director neoyorquino Todd Phillips sorprendió a propios y extraños con un inusual proyecto que buscaba indagar en los orígenes del Joker, el mítico personaje de cómic creado por Bill Finger (1914-1974) Bob Kane (1915-1998) y Jerry Robinson (1922-2011) en la década de los 40. Caracterizado por un grotesco rictus que deforma su rostro en una constante y turbadora sonrisa, dicho personaje estaría, muy posiblemente, inspirado en Gwynplaine, el protagonista de la maravillosa "El hombre que ríe" (1928) de Paul Leni (1885-1929), la cual estaba basada, a su vez, en el gran clásico de Victor Hugo (1802-1885) "L'homme qui rit" (1869). 

 

 
Apoyado en la muy sólida labor de interpretación de Joaquin Phoenix, el cual suele encontrarse muy a gusto en este tipo de papeles, Phillips aprovechó la oportunidad que se le brindaba para perfilar un brillante estudio de personaje en donde desgranaba, con la meticulosidad de un cirujano, la transición del pusilánime Arthur Fleck al sociópata conocido como Joker. La versión del director, por cierto, difería de las que retrataban inicialmente al personaje como un ladrón, un trabajador de una planta química o un gánster que trabaja para mafia. Phillips se tomó las licencias que necesitaba para plantear una suerte de origen alternativo del villano y empezar, así, de cero después de las maravillosas e impecables caracterizaciones ofrecidas por Jack Nicholson y Heath Ledger (1979-2008) en "Batman" (1989) y "El caballero oscuro" ("The Dark Knight", 2008), dirigidas por Tim Burton y Christopher Nolan, respectivamente.
 

jueves, 29 de agosto de 2024

La zona de interés (Jonathan Glazer, 2023)


 

Hice esta película para hablar acerca de nuestra capacidad, como seres humanos para la violencia; y nuestra capacidad de disociarnos de los horrores cometidos en nuestro nombre

(Jonathan Glazer)

Después de unos cuantos años curtiéndose en la dirección de vídeos musicales, el realizador británico Jonathan Glazer se estrenó en el formato largometraje en el año 2000 con ese disfrutable thriller con acento cockney titulado "Sexy Beast". La película era un vehículo para el lucimiento de un magnético y carismático Ben Kingsley en uno de los mejores papeles de toda su carrera. Ahí es nada. Cuatro años después, Glazer volvería con "Reencarnación" (“Birth”, 2004), una película que me dejó bastante frío a pesar del indudable interés que me genera el tema que aborda la historia y, por supuesto, ese magistral primer plano estático del final, en donde una maravillosa Nicole Kidman nos lo dice todo sin mediar palabra alguna.

Después de un largo hiato de cerca de 10 años volcado en la realización de cortometrajes y vídeos musicales, el director retomaría de nuevo el largometraje, sorprendiendo a propios y extraños con una, a priori, interesante propuesta conceptual titulada "Under the Skin" (2013). Aunque, sin lugar a dudas, cuenta con algunos momentos visualmente potentes, su aséptica narrativa me resultó una vez más, en su conjunto, algo aburrida. Ni siquiera la cálida y arrebatadora belleza de Scarlett Johansson en el papel de la seductora alienígena conseguiría contrarrestar esa gelidez global que, ahora sí, parecía que iba a ser ya un elemento definitorio de la identidad de Glazer como cineasta y narrador de historias.

Secretos de un escándalo (Todd Haynes, 2023)


 

Lo primero que llama la atención de este extraordinario drama psicológico de Todd Haynes es la reutilización de la maravillosa música compuesta por Michel Legrand (1932-2019) para el clásico de ese inmenso cineasta que fue Joseph Losey (1909-1984), "The Go-Between" (1971), estrenada por estos lares como "El Mensajero". ¿Cuál es la conexión entre las dos películas? ¿Qué llevaría al cineasta y su compositor Marcelo Zarvos a tomar semejante decisión?

Para empezar, ambas películas abordan el tema de un amor tabú entre un menor de edad con una mujer adulta. En la película de Losey, cuyo inteligente guion a cargo de Harold Pinter (1930-2008) adaptaba la novela de L.P. Hartley (1895-1972), el que sentía un niño de 12 años llamado Leo (Dominic Guard) por una radiante dama de clase aburguesada (Julie Christie); en la de Haynes, el que nació entre Gracie (Julianne Moore), una maestra de 34 años, y su alumno Joe (Charles Melton), de... efectivamente, también 12 años. Relación esta última que, por cierto, está basada en hechos reales, más concretamente en el polémico caso de Mary Kay Letourneau, una maestra estadounidense condenada en 1997 por mantener relaciones sexuales con un alumno suyo adolescente, con quien, posteriormente, se uniría en matrimonio.

La tierra prometida (Nikolaj Arcel, 2023)

 


Titulada originalmente "El Bastardo" ("Bastarden", 2023), la nueva película del director Nikolaj Arcel es una suntuosa y, ciertamente, vistosa producción danesa ambientada a mediados del siglo XVIII. Una suerte de neowestern nórdico, en donde nuestro protagonista, Ludvig Kahlen (Mads Mikkelsen), un empobrecido y desclasado capitán se propone, a la usanza de los primeros colonos del Oeste norteamericano, conquistar los, aparentemente, yermos páramos de Jutlandia, en donde sólo crecen brezos, y fundar allí una colonia para la mayor gloria del rey Cristián VII (1749-1808).

Hijo bastardo de un noble y una doncella, Kahlen alberga la esperanza de obtener por parte del rey el título nobiliario que, hasta ahora, se le ha negado por su condición de "sangre manchada". En su camino hacia el reconocimiento real se interpondrán no sólo la propia tierra, agreste, hostil e inhóspita, sino también las maquiavélicas maquinaciones del despiadado y aún más ambicioso terrateniente que gobierna la zona con mano de hierro, Frederik de Schinkel (Simon Bennebjerg), el cual se considera como único señor y propietario de los páramos. 

La quimera (Alice Rohrwacher, 2023)

 


Sinopsis: Una quimera representa algo que deseamos fervientemente, pero que nunca encontramos. Para la banda de 'tombaroli', los ladrones de antiguas tumbas y de yacimientos arqueológicos, está asociada al sueño de poder dejar el trabajo y hacerse ricos sin esfuerzo. Para Arthur (Josh O’Connor), por el contrario, la quimera luce el rostro de Benjamina (Yile Yara Vianello), la mujer a la que perdió. Con tal de encontrarla, nuestro protagonista está dispuesto a enfrentarse a lo invisible y penetrar en lo más profundo de la tierra, decidido a encontrar la puerta que lleva al Más Allá de que hablan los mitos. En su osado recorrido entre vivos y muertos, bosques y ciudades, fiestas y soledades, los destinos de los personajes se entrecruzan, todos en busca de su quimera.

La quimera es un monstruoso animal mitológico con cuerpo de cabra, cola de serpiente y cabeza de león. Según el Diccionario de Símbolos, constituye una amalgama compleja de "creaciones imaginarias procedentes de las profundidades del inconsciente, que tal vez representen deseos insatisfechos, fuentes de frustración y posterior dolor". Para el erudito escritor británico Robert Graves (1895-1985), es un símbolo de la Diosa Madre en su plenitud y, su muerte, una representación del abandono de su culto, sustituido por el de los nuevos dioses masculinos. 

miércoles, 28 de agosto de 2024

Kinds of Kindness (Yorgos Lanthimos, 2024)


Sinopsis: Oscura fábula en forma de tríptico que narra tres historias: la de un hombre atrapado que intenta tomar las riendas de su propia vida; la de un policía aterrado porque su mujer, que había desaparecido en el mar, ha vuelto y parece otra persona; y la de una mujer decidida a encontrar a alguien con un don especial, destinado a convertirse en un prodigioso líder espiritual.

En esta co-producción irlandesa-inglesa-estadounidense el director heleno Yorgos Lanthimos vuelve a reunirse con su guionista habitual, Efthymis Filippou, con quien ya colaborara en “El sacrificio de un ciervo sagrado” (“The Killing of a Sacred Deer”, 2017), “Langosta” (“The Lobster”, 2015), “Alps” (“Alpeis”, 2011) y la que me sigue pareciendo su gran obra maestra, “Canino” (“Kynodontas”, 2009). Este reencuentro apuntaría, pues, a un posible retorno a sus orígenes después de sus dos últimas (y más convencionales) propuestas, "La favorita" (“The Favourite”, 2018) y "Pobres criaturas" (“Poor Things”, 2023).

Civil War (Alex Garland, 2024)

 


Sinopsis: En un futuro indefinido, América se encuentra sumida en una sanguinaria guerra civil. Un equipo de periodistas y fotógrafos de guerra emprenderá un viaje por carretera en dirección a Washington DC. Su misión: llegar antes de que las fuerzas rebeldes asalten la Casa Blanca y le arrebaten el control al presidente de Estados Unidos.

Después de que el guionista y dramaturgo escocés John Hodge adaptara su novela para el filme homónimo de Danny BoyleLa playa” (“The Beach”, 2000), el escritor y director británico Alex Garland emprendería una provechosa relación con el Séptimo Arte en condición de guionista. Películas como "28 días después" (“28 Days Later”, 2022), "Sunshine" (2007), "Nunca me abandones" (“Never Let Me Go”, 2010) o "Dredd" (2012) serían, sin duda, sus proyectos más destacados dentro de esta etapa. Dos años después de esta última, Garland daría el inevitable salto a la dirección con la estimable “Ex Machina” (2014), a la que seguiría la extraordinaria "Aniquilación" (“Annihilation”, 2018), que me parece una de las mejores obras de ciencia ficción de las últimas décadas, la miniserie “Devs” (2020) y, por supuesto, la muy bizarra "Men" (2022), en donde trocaba la ciencia ficción por el horror, la cual me perturbó y fascinó a partes iguales.


En “Civil War” (2024), Garland aprovecha ese turbulento cisma social que azota en estos instantes los EEUU para plantear una suerte de distopía ambientada en lo que perfectamente podría ser una realidad paralela. No obstante, el gran acierto de la película es que en ningún momento nos llega lo que se nos cuenta como algo restringido al ámbito de la ficción, sino que, al contrario, sabe cómo sacar rédito de dicha coyuntura de neurosis sociopolítica colectiva para suscitar una interesante reflexión sobre el statu quo imperante en la actualidad. 

martes, 27 de agosto de 2024

Animalia (Sofia Alaoui, 2023): el nuevo cine espiritual marroquí

 



Muy de vez en cuando se estrenan, así de soslayo, películas que, lejos de contentarse con entretener, aspiran a algo más profundo y trascendente. El estado actual del mundo corrobora lo necesarias que son estas películas más espirituales, concebidas con el sano propósito de crear consciencia. "Animalia" (2023) es una de ellas.

El debut en el largometraje de la directora marroquí Sofia Alaoui tenía previsto su estreno en nuestro país para abril de 2024. Probablemente así haya sido, aunque por lo que parece únicamente se estrenó en uno o dos cines de la capital, lo cual viene, una vez más, a corroborar lo difícil que lo tiene este otro tipo de propuestas a la hora de llegar a un público más mayoritario.

La directora toma como excusa la premisa de una "invasión" extraterrestre para cuestionar los dogmas de fe, exponer la situación de desigualdad social en su país y, sobre todo, plantear una profunda reflexión sobre nuestra relación con los planos más trascendentes de la existencia, defendiendo la necesidad de un cambio a nivel planetario. Y lo hace en apenas 90 minutos.

TÁR (Todd Field, 2022)


 

Sinopsis: Ambientada en el mundo internacional de la música “clásica”, la película ofrece una mordaz reflexión acerca del poder, su impacto y perdurabilidad en el mundo de hoy. La historia se centra en la mundialmente famosa Lydia Tár (Cate Blanchett), compositora y primera directora titular de una de las orquestas más importantes del mundo, la Filarmónica de Berlín. Tár está a solo unos días de afrontar el mayor reto de su prometeica carrera profesional: grabar la versión definitiva de la Quinta Sinfonía de Mahler para la Deutsche Grammophon, lo cual la llevará a la cúspide de su ya formidable carrera. Sin embargo, su vida personal y una serie de moralmente cuestionables decisiones van a ir interfiriendo en su carrera musical, con consecuencias imprevisibles.

"TÁR" (2022) marca el regreso a la dirección del actor, guionista y director estadounidense Todd Field, después de un extenso hiato desde su anterior película, “Juegos secretos” (“Little Children”, 2006). Antes de dar el salto a la dirección con “En la habitación” (“In the Bedroom”, 2001), Field había iniciado una carrera más o menos regular como actor en papeles secundarios desde finales de la década de los 80. En el año 1999, el Maestro Stanley Kubrick lo fichó para su canto del cisne, Eyes Wide Shut, en un rol que le permitiría además aprovechar y poner en práctica sus estudios musicales en la universidad. Con tan sólo tres películas dirigidas en un periodo de más de dos décadas, no resulta del todo descabellado suponer que Field no es de esos directores que se venden a la industria por motivos económicos. Según sus propias declaraciones a la prensa:

Yo no hago películas por dinero. No empecé a hacer películas por dinero, preferiría permanecer como un cineasta amateur y, de hecho, me considero un cineasta amateur, si eso significa que lo haces solo por amor. No quiero ganarme la vida haciendo películas. Te quita demasiado tiempo. Este proyectó me llevó dos años y fue un proyecto muy desafiante en el que trabajar, pero no lo hice para ganarme la vida”.