domingo, 27 de junio de 2010
Arahan (Arahan jangpung daejakjeon, 2004): Crítica de la película
Dir. Ryoo Seung-wan
Int. Ryu Seung-beom , Yoon So-yi, Jung Doo-hong
114 min. Corea del Sur
"Arahan" narra la historia de una sociedad secreta formada por maestros de artes marciales, los Siete Maestros, de los cuales únicamente cinco permanecen vivos en el presente, dedicados al cultivo de la energía "ch'i" y a la preservación del equilibrio en el mundo desde tiempos inmemoriales.
Los Maestros se lamentan de la falta de alumnos a los que poder enseñar sus prácticas esotéricas, ignoradas en una época regida por la tecnología y la evolución en la que nadie parece estar interesado en recibir tales enseñanzas. Esta falta de interés, unida a la avanzada edad de los maestros, amenaza con que estos conocimientos se lleguen a perder de no encontrar a un discípulo digno de recibir la instrucción.
Mientras intentaba detener a un ladrón, la joven Eui Jin, hija de uno de los Maestros, noquea accidentalmente a un policía algo patoso llamado Sang Hwan con una poderosa técnica de proyección de "ch'i" denominada "jang-pung". Preocupada por el estado del joven, Eui Jin lo lleva al hogar de los maestros con el fin de que estos puedan curar alguna posible herida interna causada por el golpe. Sin embargo, y para asombro de los Maestros, el joven no parece haber sufrido apenas daño pese a la efectividad del golpe de Eui Jin .
Estos descubren en el muchacho un increíble nivel de "ch'i" y también un increíble potencial para convertirse en el Maestro elegido para restaurar el balance del flujo de "ch'i" y mantener la paz en el mundo. En un principio el joven Sang, como es natural, piensa que le están tomando el pelo, sin embargo su interés hacia la hermosa Eui Jin le llevan a seguirles el juego, hasta que un día, después de recibir una paliza a manos de unos camorristas, decide tomarse en serio su adiestramiento a manos de los Cinco Maestros.
Cuando el maligno Heung Un, un antiguo Maestro del "Ch'i" que se pasó al lado oscuro en el pasado, es liberado accidentalmente tras años de aprisionamiento, tratando por todos los medios de apropiarse del poder preservado por los Cinco Maestros y dominar así el mundo, Sang y Eui Jin deberán poner a prueba su entrenamiento y enfrentarse al malvado Heung en una confrontación de proporciones épicas.
Después del tremendo éxito de la mediocre aunque entretenida "Volcano High School (2001), nos llega una nueva aventura repleta de acción y espectaculares efectos digitales, "Arahan", de la mano de los hermanos Ryoo (uno de ellos encargado de la dirección y otro encargado de encarnar al protagonista de la película), conjuntamente con el estupendo coreógrafo y experto en artes marciales Jung Doo-hong, el cual encarna al villano de la historia.
El resultado es una entretenida historia que combina de manera irregular drama, comedia, romance y acción. Tal y como ocurriera en el caso de "Volcano High School", los efectos digitales están realmente bien conseguidos, y el resultado en algunas secuencias es sencillamente espectacular, como por ejemplo aquélla en la que se ve a Eui Jin corriendo por la fachada de un edificio desafiando las leyes de la gravedad.
Pese al esquematismo del guión (chico ordinario descubre que es el elegido y recibe un entrenamiento que lo convierte en una máquina de luchar, además de conseguir el amor de la hermosa y en principio reacia a aguantarlo hija o pariente del Maestro...), la película contiene algunas ideas interesantes que, por desgracia, podrían haber dado más de sí si esta película se hubiera tomado más en serio a sí misma.
Por el contrario, "Arahan" sigue la estela de películas como la excepcional "Shaolin Soccer" (2001), adoptando un planteamiento de comedia que en este caso no resulta del todo fallido, aunque en algunos momentos no llegan a funcionar por su infantil ingenuidad y también por lo típico y trillado de muchas situaciones aparentemente "cómicas". En ese sentido, su componente dramático, romántico y cómico es tan previsible como estereotipado y carente del menor interés.
Como película de acción, no obstante, esta película supone una interesante aunque mejorable aportación al género de las artes marciales. Lo más interesante de "Arahan", empero, es el planteamiento inicial del que parte y al que antes aludía, centrando la historia en un grupo de maestros de artes marciales dedicados a un trabajo energético que les permite realizar auténticas proezas que desafían las leyes de la naturaleza, tales como ser capaces de descender por un edificio, dar saltos a lo "Matrix", y proyectar energía del modo más espectacular.
Los Maestros de esta película son por tanto un a modo de sabios y a la vez santos, dedicados al mantenimiento del equilibrio del mundo y también al suyo propio, a la búsqueda de la realización espiritual mediante el trabajo con la energía. En este sentido, la palabra "Arahan" no ha sido elegida de manera fortuita, ya que es una palabra proveniente del Sánscrito que designa, en el Budismo Theravada, un estado de perfecta realización espiritual.
Por extensión, se conoce como "arahan" o "arhat" a aquellos santos iluminados que han alcanzado la perfección y liberación espiritual del dolor y del sufrimiento, es decir, el "nirvana". En la película, Sang está destinado a convertirse en maestro iluminado o "Maruchi", del mismo modo que Eui Jin está abocada a convertirse en maestra iluminada o "Arachi".
Uniendo las energías masculina y femenina de "Maruchi" y "Arachi" conseguirán alcanzar el estado de un "Arhat" y derrotar al poderoso enemigo que intenta sumir al mundo en el caos. Como es evidente, la película no ahonda en todo este componente místico y religioso más que lo necesario para justificar los poderes exhibidos durante la película, y también provocar situaciones cómicas que únicamente resultan divertidas en contadas ocasiones.
En lo que a la escenas de lucha se refiere, "Arahan" sigue la tradición de cine de artes marciales sustentada en el uso de cables y efectos digitales, en la línea de "Volcano High School", "Bichunmoo" (2000), o "The Avenging Fist" (2001), por poner dos ejemplos. En este caso, no obstante, el uso de tales efectos está justificado por exigencias de un guión sobre maestros en el uso de la energía interna o "ch'i".
De todos modos, y aunque la película aborda el nivel de práctica de estos Maestros desde un punto de vista irreal y fantástico, es curioso observar que algunos de los "poderes" atribuidos a estos maestros no son muy distintos (salvando las distancias, obviamente) a las "habilidades" mostradas por Maestros de Artes Marciales auténticos que alcanzaron un altísimo nivel en su práctica, especialmente en aquellas artes marciales que trabajan en un plano energético antes que en un plano físico y muscular exclusivamente.
El ejemplo más evidente es la técnica denominada "jang-pung", que consiste en condensar el "ch'i" para expulsarlo con el fin de derribar al enemigo o proyectarlo hacia atrás con violencia. O por ejemplo lo que la película denomina "fuerza interna", que refiere al nivel de "ch'i" acumulado por el practicante a través de una práctica constante de ejercicios de respiración, en una alusión a la práctica de "Ch'i Kung" o cultivo de la energía en el centro de energía o "tan t'ien".
O la velocidad a la que pueden moverse estos maestros, la levitación, o la "corrupción", referida en la película al mal uso de la energía interna, creando bloqueos en los canales o meridianos causando enfermedad o muerte... son todos conceptos y situaciones no desconocidos para los que practican disciplinas internas y de meditación. Por supuesto que existe un alto componente de ficción en la película, pero la vida de grandes Maestros en el cultivo de la energía demuestra que muchas veces es difícil separar lo que es posible y lo que no...
En un plano más estrictamente técnico, "Arahan" cuenta como mayor acierto con la contribución de Jung Doo-hong en las coreografías de combates, las cuales están muy por encima de las que uno suele encontrarse en este tipo de películas. Es una lástima que ninguno de los actores, aparte de, lógicamente, el mismo Jung Doo-hong, que encarna al villano "cool" de la historia, tenga conocimientos previos de artes marciales, ya que esto resta algo de credibilidad a unas luchas apoyadas por efectos digitales y trucos de cámara que no siempre dan buenos resultados.
En aquellas escenas en las que se muestra a Eui Jin y Sang practicando formas marciales es cuando más se evidencia la falta de experiencia de los actores a la hora de ejecutar unos movimientos con los que no terminan por encontrarse lo suficientemente cómodos. En las escenas de combate, la falta de fluidez no resulta tan patente, ya que es más fácil acelerar los movimientos y encadenarlos con trucos de cámara y montaje que hubieran sido demasiado evidentes en el caso de las formas aisladas. No obstante, y pese a todo, creo que los aficionados a las artes marciales encontrarán esta película de su agrado, muy especialmente en dos escenas concretas:
La primera tiene lugar en un bar/cafetería, donde el protagonista tiene la oportunidad de vengarse de los macarras que lo apalearan al principio de la película, con la consecuente desaprobación de Eui Jin. Podemos afirmar que "Arahan" arranca definitivamente en dicha escena, ya que a partir de este momento las escenas de acción serán prácticamente continuas.
Ésta en concreto es rabiosamente brutal y veloz, con nuestro protagonista dando cuenta de sus enemigos en una escena realmente impactante. Ultra-rápidas (aceleradas en post-producción, seguramente) patadas y puñetazos, luxaciones y proyecciones en un enfrentamiento cuerpo a cuerpo que deja el listón bastante alto y que disimula bastante bien la inexperiencia de Ryoo en artes marciales.
La segunda escena se corresponde con la confrontación final contra el perverso Heung Un, que supone un sobresaliente clímax y una estupenda exhibición de esgrima por parte del magnífico Jung Doo-hong. Independientemente del uso de cables y artificios digitales, es evidente la destreza de este actor, que sabe combinar sabiamente la espectacularidad visual con la estrictamente marcial. Mención especial también a la pareja protagonista, que tuvo que practicar duramente, seis horas cada día, para dar sí todo lo que las coreografías de Doo-hong exigían.
En cualquier caso, tanto si eres un purista del cine de artes marciales como prefieres la nueva ola de cine digital con toda su fascinante parafernalia visual, encontrarás algo de interés en esta película, aunque no consiga despuntar especialmente en ninguno de los dos sentidos. En última instancia, "Arahan" no es más que una película de entretenimiento, y no se le puede pedir más. Como tal, es una valiosa contribución al incipiente cine de acción coreano que no decepcionará a los que busquen desconectar durante dos horas y olvidarse de sus problemas mundanos.
Calificación de la película: *** sobre *****
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