domingo, 27 de junio de 2010
Los tres mosqueteros (The Three Musketeers, 1993): Análisis de la banda sonora
"Los Tres Mosqueteros" es una típica producción Disney que aúna aventuras, romance, humor y algo de drama a partes iguales, para narrar una historia harto conocida pero aún hoy día atractiva y cautivadora: la de los célebres cuatro mosqueteros de Alejandro Dumas.
Para tal proyecto se reunió a un atractivo elenco de jóvenes talentos, entre los que destacamos a Kiefer Sutherland en el papel del líder Athos, Charlie Sheen en el papel del romántico Aramis, y Oliver Platt como el payasete de Porthos. Aparte, la película cuenta con la participación de un como siempre insípido Chris O’Donnell, en el papel del intrépido protagonista D’Artagnan, y del siempre admirable Tim Curry, que en esta ocasión interpreta al villano de turno, el cardenal Richelieu.
Con este variopinto reparto, y una historia que ya garantiza el éxito, la Disney supo jugar bien sus bazas y ofrecer un digno producto de entretenimiento que ofrece lo que promete, ni más ni menos. Por supuesto, para que una película funcione mínimamente es fundamental que ésta cuente con una buena banda sonora, y quizás por ese motivo decidieron recurrir a ese grande de la música de cine que fue Michael Kamen.
La elección no es del todo fortuita, ya que a Kamen siempre se le han dado bien este tipo de producciones de aventuras de capa y espada, como demostrara en "Robin Hood: Príncipe de los Ladrones" (1991) y, sobre todo, en su Obra Maestra Absoluta de composición para esa joya ochentera que es "Los Inmortales" (1986). Su estupenda banda sonora para "Los Tres Mosqueteros", de hecho, despunta con facilidad como lo mejor de este correcto film.
El álbum comienza con el tema vocal "All for Love", interpretado por tres figuras de renombre en el panorama de la música rock y pop: Bryan Adams, Rod Stewart y Sting. Nunca he sentido mucha simpatía por la costumbre de incluir temas vocales en los álbumes con la banda sonora propiamente dicha. Sin embargo, reconozco que en esta ocasión está tan justificado como lo pueda estar cualquier canción de los créditos de inicio de una película Bond.
Y es que este fantástico tema sirve para introducir un importante elemento temático, el tema de los "Mosqueteros", o lo que es lo mismo, el de "Todos para Uno y Uno para Todos". Kamen se encargará de hacer uso de este tema en algunos cortes del score, dando cohesión y coherencia al conjunto y consiguiendo así que este tema encaje perfectamente en el conjunto del score. Independientemente de esto, se trata de una preciosa balada interpretada por tres grandes voces, por lo que al final todos salimos ganando.
El score propiamente dicho consta de nueve temas cuya duración oscila entre los 3 y los 5 minutos. En ellos Kamen demuestra una vez más su talento para la música épica de acción, así como también para los momentos de mayor tensión dramática y contención emocional.
El primer corte del score, "The Cavern of Cardinal Richelieu", es una excelente introducción al personaje interpretado por Tim Curry. Se trata de un tema basado en unos coros que le confieren a la música un aire sacro y beatífico muy de acorde con la condición y status del personaje. Sin embargo, Kamen no se queda ahí y consigue conferir a los coros un aura al mismo tiempo oscura, casi siniestra, que refleja perfectamente la retorcida naturaleza del cardenal, el cual tortura sin conmiseración a los pobres rehenes que guarda en sus mazmorras. Esta combinación de sacro y maligno está perfectamente conseguida en este estupendo corte.
El siguiente es la presentación del personaje de D’Artagnan, y la música sabe estar una vez más a la altura de las circunstancias, mientras acompaña al personaje cabalgando por vastas llanuras y prados. Es una música que rezuma dignidad y honor, y que, una vez más, retrata perfectamente el carácter del personaje, el cuarto mosquetero, un personaje joven e inexperto pero de corazón, humildad, valentía, honor y arrojo. Es increíble la capacidad del Maestro a la hora de retratar todos esos rasgos con su música, una música igualmente altiva y digna, que suena con fuerza indómita.
El próximo corte sirve de presentación al resto de los personajes principales, esto es, Los Tres Mosqueteros. Una vez más, chapeau a Kamen. El corte se corresponde con las escenas de presentación de los tres mosqueteros, que se van encontrando uno a uno por separado con el intrépido e impulsivo D’Artagnan, al que van retando a un duelo a horas distintas en un mismo lugar. La música sabe ser majestuosa, imponente, en los momentos en los que el cuarto mosquetero se encuentra con Athos, divertida y desenfadada en los momentos en los que aparece Porthos en pantalla y dulce, bucólica, en aquellas escenas en las que se nos presenta al enamoradizo de Aramis intentando seducir a una bella doncella con su elegante y cautivadora labia. Se trata de tres personalidades distintas, y la música va adaptándose a cada una de ellas con una facilidad y una maestría encomiables.
Una vez que los principales personajes han quedado lo suficientemente retratados, Kamen pasa a describir momentos puntuales de la historia, como el duelo del quinto corte, "Sword Fight", un tema trepidante que nos hace vibrar como sólo Kamen es capaz de hacer; o la escenas palaciegas protagonizadas por el joven rey Louis XIII, su amada Anna y su dulce doncella, que ganará el amor del joven D’Artagnan.
Son escenas complejas en tanto que reflejan las mezquinas maquinaciones del cardenal por hacerse con el poder y utilizar al inexperto rey como títere, aunque la reina es consciente de las malas artes del cardenal y no le pondrá las cosas tan fáciles al cardenal. Kamen utiliza el sonido del clavicordio y la orquesta para tejer con maestría ese oscuro mundo de dobles apariencias y ansia de poder, en el que de vez en cuando encontramos momentos de amor verdadero, como aquellos protagonizados por los jóvenes caudillos.
Los dos siguientes cortes, "The Cardinal’s Coach" y "Cannonballs", desarrollan aún más si cabe la ya de por sí rica representación de música de acción contenida en este score, la cual, todo hay que decirlo, nunca llega a hacerse pesada o cansina. Kamen consigue mantener el interés a lo largo de todo este rico y fascinante score con su música fresca, vital y enérgica.
Si acaso el tema más oscuro sea el corte número nueve, "My Lady DeWinter", que se corresponde con el momento en el que el personaje interpretado por la actriz Rebecca De Mornay, Lady Sabine DeWinter, paga por sus crímenes con el suicidio, pese a los intentos de Athos, que anteriormente mantuviera una relación con ella, por impedirlo. La música suena triste hasta que poco a poco va cobrando mayor dramatismo, a medida que el destino trágico destinado al personaje va haciéndose más y más inminente.
Finalmente, "The Fourth Musketeer" retoma el tema de D’Artagnan y lo fusiona hábilmente con el de los Tres Mosqueteros, que desde ese momento pasan a ser cuatro. Es el corte que se puede escuchar en los minutos finales de la película, y termina, como no podía ser de otro modo, de una manera gloriosa y heroica.
En definitiva, podríamos afirmar que la música de Kamen se adapta a las necesidades de la historia durante todo el score, no sólo a la hora de retratar, y de qué modo, la personalidad de los distintos personajes principales de la película, sino también a la hora de ambientar una historia, tanto en sus vibrantes escenas de acción a espada como en los momentos más dramáticos de la historia. Kamen consigue además, gracias a unos estupendos temas y su maestría con la orquesta, crear una banda sonora muy entretenida que en ningún momento llega a hacerse pesada o cansina. Kamen presta su genio y la película de beneficia sobremanera de él, quedando dignificada por la música.
La selección de temas contenida en este cd es también bastante correcta, puesto que incluye suficiente música como para dejar ver la magnitud del trabajo compuesto por Kamen para la película, evitando al mismo tiempo posibles cortes de relleno que habrían extendido el score innecesariamente, aunque también es cierto que falta bastante música en este score. Quizás algún día podamos disfrutar en su totalidad de este trabajo fascinante de Kamen. Mientras esto llega, siempre podremos disfrutar con este exquisito trabajo que forma parte de un legado musical irrepetible en la historia de la música de cine, el de ese gran Maestro neoyorkino que nos dejó antes de tiempo, hace ya siete años.
Calificación de la banda sonora: **** sobre *****
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