Int. Colin Farrell, Kate Beckinsale, Jessica Biel 118 min. EE.UU./Canadá
Debo confesar, antes que nada, que no me encuentro entre los admiradores
y fans de la película original de Paul Verhoeven. Sin estar mal, creo que
las carencias de presupuesto jugaron muy en su contra, de ahí que, a
diferencia de las muy superiores
"Robocop" (1987) y "Starship Troopers" (1997), mis películas favoritas del holandés
con mucha diferencia, considere que "Desafío Total" (Total Recall, 1990) es una película que ha
envejecido bastante mal, aunque ya en su tiempo "cantaran" demasiado
esos decorados de "cartón piedra".
Dir. Mikael Hafström Int. John Cusack, Gong Li, Chow Yun-Fat, Ken Watanabe 105 min. China/EE.UU.
Pese a haber sido estrenada con 2 años de retraso en nuestro país, la verdad es que esta coproducción chino-americana constituye un más que digno thriller de espías, de
factura clásica además (toda una rareza muy de agradecer en estos tiempos que corren), guiños a clásicos como "Casablanca" (1942) incluidos.
Aunque el insípido de John Cusack, al que ya hemos sufrido recientemente en la espantosa "El Enigma del Cuervo" (The Raven, 2012) me ha parecido siempre un
actor tirando a mediocre (y desde luego
en esta película no me hace cambiar de opinión) y carente del menor atisbo de carisma, en este caso se encuentra perfectamente
arropado por un magnífico elenco de secundarios, destacando
especialmente el siempre solvente Chow Yun-Fat y esa maravillosa musa del cine asiático
llamada Gong Li.
La historia discurre con interés en una magníficamente
ambientada ciudad de Shanghai durante los días previos al ataque a Pearl Harbor
por parte de los japoneses, combinando las intrigas políticas de rigor con el
inevitable romance imposible de la pareja protagonista. El guion, por
cierto, viene firmado por Hossein Amini, el cual se encargó de adaptar
la obra "Drive", llevada al cine por Nicolas Winding Refn el año
pasado.
La música de Klaus Badelt no está tampoco nada mal, demostrando una vez más lo bien que le ha venido al alemán su "divorcio" creativo y profesional de Hans Zimmer y su equipo de Remote Control. La banda sonora cuenta, además con la participación del virtuoso pianista Lang Lang, el cual parece estar
cogiéndole el gusto a esto de la música de cine tras su colaboración en
"Mi Semana con Marilyn" (My Week with Marilyn, 2011) y, sobre todo, "El Velo Pintado" (The Painted Veil, 2006) o "Ye Yan" (2006), otras dos películas
ambientadas en su país natal.
En definitiva, una buena película que
recupera algo, una pizca si acaso, de ese gran cine que se hacía antes. Y se agradece, por cierto, su predisposición a esquivar (en la medida de lo esperable en una coproducción de esta índole, por supuesto) el siempre irritante maniqueísmo, especialmente en lo que atañe al personaje interpretado (magníficamente, como siempre) por Ken Watanabe.
Dir. Yimou Zhang
Int. Dongyu Zhou, Shawn Dou, Meijuan Xi 114 min. China
Tras sus incursiones en el wuxia, las grandes superproducciones
ambientadas en periodos históricos remotos, e incluso esa muy sui generis revisión de la película "Sangre Fácil" (Blood Simple, 1984) de los Coen que fue "Una Mujer, Una Pistola y Una Tienda de Fideos Chinos" (San qiang pai an jing qi, 2009) vuelve el Yimou más sutil e
intimista con esta maravillosa historia de amor cargada de poesía
y lirismo. Una película de miradas y gestos que rezuma sensibilidad y
ternura (una ternura infinita, de hecho) en cada plano y que se sustenta
en la prodigiosa interpretación de su pareja protagonista, destacando
muy especialmente la nueva musa de Yimou, una muy adorable Dongyu Zhou de frágil belleza.
Dir. Vincent Paronnaud, Marjane Satrapi
Int. Mathieu Amalric, María de Medeiros, Golshifteh Farahani 93 min. Francia/Alemania/Bélgica
La nueva película de Vincent Paronnaud y Marjane Satrapi hará probablemente las
delicias de los aficionados a las fábulas de Jean-Pierre Jeunet
y Marc Caro, si bien también puede llegar a irritar a aquéllos que,
como yo, no sienten una especial simpatía por este "nuevo" cine francés
colorista y "cartoonesco" plagado de situaciones absurdas así como
también de cargantes y estúpidos personajes que no favorecen precisamente
la empatía por parte del espectador.
Y eso que, en este caso, la
película partía de una premisa ciertamente interesante a priori: un virtuoso violinista se enamora de una bella joven, pero cuando el padre de ésta se opone al enlace debe renunciar a sus sueños, casándose finalmente con una chica de la que no está enamorado. Cuando ésta, en un acceso de furia, le rompe el violín, ya no le queda a nuestro desgraciado protagonista ninguna excusa para seguir viviendo, recluyéndose en su cuarto y entregándose a los recuerdos a la espera de la muerte.
Aunque esta breve sinopsis pueda augurar un dramón de muy señor mío, la historia, que, no lo olvidemos, no deja de estar concebida como una fábula a la francesa, no se toma nunca en serio a sí misma, de tal modo que ni siquiera los acontecimientos más aciagos de la vida del protagonista resultan mínimamente dramáticos ni conmueven a causa de su exacerbado e irritante manierismo. Los personajes se erigen por tanto en esperpénticas caricaturas capaces de desquiciar al más pintado, protagonistas absolutos de un empalagoso ejercicio de estilo que fagocita además la propia
historia que está contando y en donde las cuitas del protagonista
(personaje anodino donde los haya) importan más bien poco.
Por todos estos motivos resulta aún más encomiable la labor del compositor Olivier Bernet, el cual, a pesar de lo ridículo y afectado del metraje al que debe acompañar, consigue con su música lo que las imágenes no aciertan siquiera a intentar: conmovernos con la dulzura y delicadeza que requería esta historia.
En cualquier caso me esperaba
más de esta película, la verdad, mucho más, máxime viniendo de los creadores de la deliciosa
"Persépolis".
Dir. Pete Travis
Int. Karl Urban, Lena Headey, Olivia Thirlby 95 min. Reino Unido/EE.UU./India
La principal diferencia entre esta película y la anterior versión de
1995 es que, mientras que aquélla era una película de Sylvester
Stallone, ésta es una película de Dredd... que, al fin y al cabo, es de lo que se trata, ¿no? Lo que se pierde en efectos
especiales y presupuesto se gana en autenticidad y respeto por el
material original de John Wagner y Carlos Ezquerra, sin que los egos
personales interfieran en la plasmación final del universo y los
personajes que pueblan este célebre cómic británico.
Dir. Ole Bornedal
Int. Jeffrey Dean Morgan, Natasha Calis, Kyra Sedgwick 92 min. EE.UU./Canadá
Sam Raimi era
un director valiente y arriesgado cuando empezó a hacer cine con
"Posesión Infernal" (The Evil Dead, 1981). Mucho ha pasado desde entonces, y con cada nuevo
proyecto en el que se implica, mayor es la confirmación de su
hundimiento y degeneración. El que empezó como todo un "enfant
terrible", un cineasta underground con arrojos y mucho talento, se ha
convertido en un engranaje más de una industria corrompida y en
decadencia, incapaz de ofrecer nada que haga justicia a un género tan de
capa caída en la actualidad como el terror mainstream. Y la película que nos ocupa es una nueva confirmación de que, a día de hoy, el auspicio o el apadrinamiento de Raimi en un proyecto de terror no conlleva ninguna garantía de calidad en el resultado final.
Dir (es un decir). José Luis Garci Int. Gary ("es un enigma") Piquer, José Luis ("prepárame un cocidito, anda") García Pérez, Leticia (al menos te alegra la vista) Dolera 129 (interminables) minutos. Spain (of course).
La historia es de todos conocida. Garci sabrá mucho sobre cine (eso no hay quien lo discuta), pero desde luego no tiene mucha idea acerca de cómo promocionar los plúmbeos bodrios que perpetra. A la posteridad quedará ya aquel famoso y primer trailer de la "película" que nos ocupa... sí, aquel absurdo collage de escenas montadas sin ton ni son pero que, al menos, advertían al espectador de lo que podía esperar de esta "película": la saturación de diálogos inanes hasta alcanzar el empacho, enterocolitis, dispepsia o gastroenteritis. No deja de resultar paradójico que una persona comentara, nada más ver el susodicho, que aquéllo parecía más bien el trailer de una nueva adaptación a la gran (o pequeña, ya puestos) pantalla de "Fortunata y Jacinta". Y resulta paradójico porque esta película se podría haber titulado más bien "Holmes & Galdós: Porras Days". Por supuesto, utilizo el término "porra" en su acepción de "churro"... lo cual, por cierto, resulta de lo más apropiado para definir este despropósito... en su acepción adjetival no culinaria, por supuesto. ¿Me siguen? Bueno, no nos desviemos del tema. Aquí tienen el trailer original. Siéntensen, póngase cómodos y felices sueños:
Dir. Morten Tyldum
Int. Aksel Hennie, Nikolaj Coster-Waldau, Synnove Macody Lund 100 min. Noruega/Alemania
"Headhunters" no es la típica gran producción hollywoodiense, ni tampoco
cuenta con caras famosas en su reparto, pero ni falta que le hace. Se
trata de un efectivo y por momentos emocionante thriller noruego rodado
con buen pulso por Morten Tyldum, y que
cuenta con generosas (aunque nada de lo que escandalizarse a estas
alturas) dosis de violencia y erotismo. La premisa es ciertamente
interesante, que no del todo original, aunque, llegados a un punto de la
narración, la historia toma un rumbo que puede llegar a poner en
peligro la credibilidad de la historia, y lo que empieza como la
historia de unos falsificadores de obras de arte deviene una caza del
gato al ratón no exenta de algunos de los efectismos a los que el mal
cine de acción que se hace ahora en Hollywood nos tiene tristemente
acostumbrados, incluida una banda sonora ciertamente referencial y que
nos recuerda a algo ya escuchado anteriormente, como por ejemplo la
música de Zimmer para el Batman de Nolan. A pesar de todo ello, la
película constituye un soplo de aire fresco en el yermo panorama cinematográfico actual y satisfará las expectativas de aquellos que busquen pasar un buen rato en la sala de cine sin pedirle mucho más
a la película que están viendo.