Es una película en donde no
hay nada que entender. Si entras con el piloto
automático de demandar lógica, razón, verdad, cronología, estructura, te vas a
pelear con la película. Invito que la gente desconecte esa parte racional, que
no vaya con la mente que piensa, sino con la mente que sabe, con el corazón.
(Alejandro González Iñárritu)
Bardo, Falsa Crónica de unas
Cuantas Verdades es el primer largometraje del laureado cineasta Alejandro
González Iñárritu desde la excepcional El Renacido (The Revenant,
2015), película por la que recibiría su segundo Óscar en la categoría de Mejor
Director (el primero se lo reportaría Birdman, o la inesperada virtud de la
ignorancia un año antes) y sendos Globos de Oro en las categorías de Mejor
Director y Mejor Película Dramática. Un palmarés ciertamente loable que vendría
a refrendar el extraordinario talento del que, a día de hoy, está considerado
como uno de los realizadores más importantes del Séptimo Arte.
Según la sinopsis oficial, la
película nos propone una experiencia épica, inmersiva y visualmente
sorprendente en torno al personaje de Silverio Gama, un renombrado periodista y
documentalista mexicano residente en Los Ángeles que, con motivo de la
recepción de un prestigioso premio internacional, se ve obligado a regresar a
su país de origen y hacer las paces con su pasado, en un surrealista viaje de
tintes existenciales que aborda temas tan diversos como la migración, la
pérdida, la desubicación, la familia, el éxito o la memoria histórica.