domingo, 4 de julio de 2010

Jackie Chan, el “Buster Keaton” del kung fu



1. Introducción

Según muchas fuentes, la primera película de artes marciales de la que se tiene constancia es "Huo shao hong lian Si", conocida en el mercado anglosajón como "The Burning of the Red Lotus Monastery", y la cual data del año 1928.



En ese sentido, resulta significativo que un género de casi ochenta años de antigüedad aún siga resultando rentable, no sólo en Asia, como es natural, sino también en Occidente. ¿Qué tiene el kung fu? ¿Qué hace que siga fascinándonos y que, en pleno siglo XXI, aún consiga atraer al público y justifique nuevas incursiones en este género por parte de industrias cinematográficas no asiáticas como la americana?

En el 2008, sin ir más lejos, se estrenaron dos honestas declaraciones de amor al género, por un lado la co-producción EE.UU/China "El Reino Prohibido", y por otro esa pequeña joya animada titulada "Kung Fu Panda".



Este año le toca el turno al remake del clásico de John G. Avildsen, The Karate Kid (1984). Sí, lo sé, "karate" y "kung fu" no son sinónimos, aunque el origen del primero se remonta al rico acervo marcial practicado por los chinos desde tiempos inmemoriales.

Sin embargo, este remake de inminente estreno (finales de agosto) bien podría haberse titulado "The Kung Fu Kid", si tenemos en cuenta el emplazamiento en donde transcurre la historia y el arte marcial que deberá aprender nuestro protagonista, guiado por un sensei (¿o deberíamos decir más bien "sifu"?) de lo más conocido y popular en Occidente: Jackie Chan, el cual toma el relevo del entrañable Noriyuki "Pat" Morita.



Por supuesto, los tiempos cambian, y las películas de kung fu de la actualidad difieren considerablemente de las obras maestras de Lau Kar-Leung para la Shaw Brothers o de aquellas entrañables y mágicas producciones independientes protagonizadas por leyendas como Jack Long, Philip Ko, John Liu, Tan Tao-Liang, Wilson Tong o Hwang Jang-Lee.

En aquellos tiempos los actores eran, por encima de todo, o bien stunts entrenados, o auténticos maestros de kung fu, ¡o ambas cosas! Lógicamente, eso permitía concebir escenas de acción que, pese a ser treinta años más antiguas, siguen siendo técnicamente infinitamente superiores a cualquier escena de acción de la era post-Matrix, con secuencias de hasta treinta movimientos encadenados, mostrados en planos abiertos y sin ningún tipo de interrupción o trucos de cámara.

(así sí)



Posteriormente el género sufriría, en la capital del cine de género, Hong Kong, la intrusión de ídolos del canto-pop (Andy Lau, Aaron Kwok, Sam Hui, Gillian Chung, Charlene Choi y similares), los cuales aprovecharían los avances técnicos de los nuevos tiempos y las exigencias de una nueva generación curtida en la estética del videoclip para relegar a un segundo plano a los verdaderos maestros.

De este modo protagonizarían productos de acción algo insípidos orientados a un público ávido de espectaculares efectos especiales, erotismo, explosiones y grandes presupuestos. Por supuesto, las deficiencias de dichos "intrusos" a la hora de ejecutar técnicas marciales quedarían enmascaradas por los efectos especiales y trucos de montaje.

(así no)



Es cierto que esta moda llegó a afectar también a los actores que sabían realmente artes marciales, los cuales tuvieron que amoldarse y adaptarse a los requerimientos de la nueva etapa del cine made in Hong Kong, incluyendo a maestros como Jet Li, el cual se convertiría en el estandarte de una nueva generación de películas de artes marciales caracterizadas por la profusión de espectaculares maniobras aéreas gracias a un elaborado y sofisticado uso de arneses y otros efectos.

Llegados a este punto conviene matizar que el uso de cables no es en absoluto una novedad en el cine de artes marciales (como ya se encarga de recordarnos Robert Tai en algunas entrevistas), y ya se hacía uso de él en la edad dorada del cine de kung fu de Hong Kong, si bien por supuesto de manera diferente a como se usaron en posteriores producciones tales como las maravillosas obras maestras "Iron Monkey" (1993) o "Érase Una Vez en China" (1991).



Como todo el mundo sabe, el boom del cine de kung fu llegó a Occidente muy en parte gracias a Bruce Lee, pero se mantendría gracias a la popularidad de otro fenómeno, el fenómeno Jackie Chan. De hecho, el público no versado en el género suele asociar “cine de kung fu” con dichos nombres, como si no existiera vida más allá de ellos.

Afortunadamente, un género tan longevo como éste cuenta con un legado mucho más rico e interesante de lo que se pueda pensar desde fuera, un legado que abarca desde prestigiosas joyas dirigidas por autores del renombre de Chang Cheh o King Hu, aclamadas por la crítica internacional, hasta producciones independientes de ínfimo presupuesto como las de Robert Tai o nuestro inefable Godfrey Ho, con fines menos artísticos pero hilarantemente psicotrópicas.



Diseccionar la historia y evolución del cine de artes marciales hongkonés en el reducido espacio de un pequeño estudio como éste constituye una empresa abocada al fracaso, especialmente si tenemos en cuenta la amplia y excelente bibliografía que existe al respecto, de entre las cuales destacamos dos obras indispensables para cualquier aficionado al kung fu: por un lado, "Hong Kong Action Cinema" del gran Bey Logan, y por otro "The Essential Guide to Hong Kong Movies de Rick Baker" y el gran Toby Russell, probablemente la mayor autoridad mundial en cine oriental de artes marciales.

Sirva el presente estudio como un homenaje a una de las estrellas del cine de "kung fu" mayor repercusión en el medio cinematográfico, aunque, paradójicamente, su iconoclasta estilo difiera mucho del utilizado por los grandes maestros de este tipo de cine hasta el punto de que tan sólo una pequeña parte de su filmografía podría ser considerada como "cine de kung fu" propiamente dicho.


2. Los inicios.

Mucho se ha escrito sobre esta leyenda del género, tanto que cualquier cosa que se pueda decir resulta irremediablemente redundante. Lejos de querer saturar al lector con información ya disponible en numerosas fuentes bibliográficas, me limitaré a algunos apuntes biográficos, tomando como referencia la imprescindible obra de Bey Logan, y a un incompleto y muy personal análisis de sus mejores contribuciones al cine de kung fu.

Chan Kong-San (en cantonés Sing Lung y en mandarín Cheng Long) nació en Hong Kong en 1954, en el seno de una familia pobre expatriada de Shantung. A los 7 años, sus padres se vieron obligados a vender a su hijo a sifu Yu Jim-Yuen, lo cual supuso el ingreso del pequeño en la Academia de la Ópera de Beijing, famosa en el mundo entero por su espartano régimen de entrenamiento. Allí conocería a otras futuras leyendas del género tales como Yuen Biao, Yuen Wah y Samo Hung, con los cuales revolucionaría el cine de acción made in Hong Kong años más tarde.



Jackie entrenó duro como integrante de la célebre compañía de ópera china. De hecho, su “contrato” estipulaba que su maestro estaba autorizado a disciplinarlo… incluso si eso acarreaba su propia muerte. Mucho se ha hablado ya sobre lo duras de las condiciones bajo las cuales entrenaban estos pequeños, y que el mismo Jackie resume en las siguientes palabras: If I tell you how bad it was, maybe you won’t relieve me! If you were naughty, if you didn’t train hard enough, you were beaten. At night we all slept under one blanket. That blanket! Man ad slept on it! Dog had slept on it!

En tales circunstancias tan aciagas, no es de extrañar que se formaran aquellos vínculos de amistad entre los célebres “tres dragones”, Jackie, Yuen Biao y Samo, compañeros de penurias desde los comienzos de ambos como integrantes de la compañía. Si bien, de los tres, es Jackie Chan el que ha gozado siempre de mayor fama y éxito entre el amplio público occidental, eso no significa ni mucho menos que fuera el mejor de todos ellos.



De hecho, el propio sifu comenta: Actually, Jackie was by no means the best of my students [...] One of the naughtiest, yes, but not the most talented. De estemodo, cuando se graduó y empezó a trabajar en películas de kung fu el joven Jackie no llamaba mucho la atención en un escenario repleto de artistas marciales de igual y más talento que él. No debemos olvidar que la formación de Jackie en la ópera era de carácter variado, no sólo artes marciales, y de hecho muchos maestros de artes marciales a la vieja usanza se niegan, aún hoy día, a considerarlo como un maestro genuino de artes marciales.

Así, Jackie apareció fugazmente en algunas películas de Bruce Lee (igual que compañeros suyos como Samo), en gloriosos clásicos como "A Touch of Zen" (1969) y "Come Drink With Me" (1966), y después en algunas producciones de la Golden Harvest en la década de los setenta, sin destacar especialmente entre artistas marciales del talento de, por ejemplo, Tan Tao-Liang. Como comenta el propio Bey Logan: Looking at him in Films like "Hapkido" (1972), "The Himalayan" (1975) and "The Heroine" (1975), it’s hard to believe that anyone would see him as star material.



No es que Jackie no tuviera talento, sino más bien que en un escenario con tantos y tantos artistas marciales, algunos del poder y la maestría de Gordon Liu o Hwang Jang-Lee, pues resultaba difícil despuntar a menos que uno tuviera el magnetismo y el más que obvio e irrepetible talento como luchador de Bruce Lee.

Jackie no de desanimó y continuó trabajando en películas como "Cub Tiger of Canton" (1971), "Fist of Unicorn" (1973) y la estupenda "Hand of Death" (1976), dirigida por John Woo y al servicio del super-pateador Tan Tao-Liang como protagonista y "show-stealer". Curiosamente, hoy día pocos conocen a este coreano (salvo, por supuesto, los aficionados serios al cine de kung fu) mientras que casi todo el mundo conoce a Jackie Chan.



Volviendo atrás, Jackie no tardó en desanimarse por el poco éxito que estaba consiguiendo en el mundo cine, como reflejan las siguientes declaraciones: None of the films I had been in had success […] My parents had moved to Australia. I even considered leaving up the movie industry and joining them there. Then I got offered a contract by Lo Wei... sí, el mismo Lo Wei que dirigiera "The Big Boss" (1971) y, sobre todo, la soberbia "Fist of Fury" (1972), para muchos la mejor película del gran Bruce Lee.

Según cuentan, andaba el director buscando a un sustituto de Bruce para una secuela de dicho clásico, y dio la casualidad de que se encontró con Jackie en el rodaje de una película, enseñando a un actor cómo rodar la escena de su muerte adecuadamente. Al verlo, Lo vio potencial en él y le ofreció un trato para aparecer en varias películas, si bien todas ellas acabaron resultando un estrepitoso fracaso.



El principal motivo de este fracaso fue la propia campaña de marketing del Lo, el cual quería lanzar a Jackie como un una nueva estrella dentro de géneros ya trillados en la industria, en vez de intentar utilizarlo y aprovechar su formación para trazar nuevos horizontes y una nueva manera de aplicar las artes marciales al cine. Como comenta Logan: With New Fist of Fury (1976) and Dragon Fist (1978), Lo failed to launch Chan as a Bruce Lee-type lead. In Shaolin Wooden Men (1976) and Snake and Crane Arts of Shaolin (1978), he failed to emulate the Shaw Brother’s successes with Chang Cheh and Lau Kar-Leung.

De hecho, la única vez en donde el director dio carta blanca a Jackie para hacerlo a su modo, siguiendo sus instintos, el resultado fue una comedia de kung fu titulada "Half a Loaf of Kung Fu" (1978), la cual recibió duras críticas por parte de Lo. Seamos justos… aunque la mayor parte de estas películas jamás aparecerán en antologías serias del mejor cine de kung fu de la época, no todas son igualmente desdeñables.



En especial, "Snake and Crane Arts of Shaolin" (1978) constituye un más que loable film de género con unas estupendas coreografías y exhibiciones marciales del propio Jackie, el cual debe enfrentarse al final contra el imponente Kam Kong en un estupendo desenlace para una película que perfectamente podría considerarse la primera gran película de Chan antes del boom que llegaría años después gracias a Ng See Yuen y, por supuesto, Yuen Woo-Ping.


3. Salto al estrellato: nace el fenómeno "Jackie Chan"

Y no se lo pusieron fácil a Ng See Yuen y a la "Seasonal Films" cuando se decidió contratar a Jackie para figurar como protagonista en algunas películas: The distributors have a lot of power in Asia […] They all begged me not to use Jackie Chan. They told me: ‘No film he has starred in has ever been a hit. Please use somebody, anybody else...’. Afortunadamente para todos, Ng hizo caso omiso de tales exigencias y lo utilizó como protagonista en la estupenda "Snake in the Eagle’s Shadow" (1978).



Ng era un avispado productor que venía de la Shaw Brothers y que había tenido bastante éxito con dos películas que están consideradas la crème de la crème del cine de kung fu, "Secret Rivals" (1976) y "Secret Rivals II" (1977), protagonizadas por el super-pateador John Liu y Wong Tao la primera, y John Liu y Tino Wong la segunda… el villano en ambas no era otro sino el legendario super-pateador coreano, Hwang Jang-Lee como Silver Fox.

No resulta sorprendente, por tanto, que Ng pensara en Hwang para figurar como villano en la nueva película de Jackie Chan. Sin embargo, si tuvo problemas para conseguir utilizar a Chan como protagonista, también los tuvo para conseguir al coreano como villano: I had trouble getting him a visa […] The immigration people asked me: ‘Why don’t you use a local actor? I told them: ‘Fine! You get me someone local who can kick like him and I will’’.



Lógicamente, no pudieron encontrar a nadie que pudiera hacer sombra a Hwang Jang-Lee, y el resto es historia. Ng contrató a Yuen Woo-Ping como director y el resultado, "Snake in the Eagle’s Shadow", se convirtió en toda una revolución, una película que marcaría nuevas direcciones en la evolución del género. Yuen Woo-ping trascendió las restricciones del cine de kung fu tradicional, sacando todo el partido posible de la formación de Jackie en la Ópera.

A esta maravilla le siguió otra obra maestra del género, "Drunken Master" (1978), toda una deconstrucción en toda regla de un personaje icónico en la historia no sólo del cine de kung fu, sino de las mismas artes marciales chinas: Wong Fei-Hung, personaje interpretado por figuras del renombre de Kwan Tak-Hing ("Dreadnaught" en 1981, "The Magnificent Butcher" en 1979, "The Skyhawk" en 1974 y la famosa serie de noventa y cuatro películas sobre el personaje que empezó en el año 1949), Lau Kar-Fai / Gordon Liu ("Martial Club" en 1981, "Challenge of the Masters" en 1976) y, por supuesto, Jet Li ("Once Upon a Time in China" 1-3, "The Last Hero in China" en 1993).



Para esta película, Ng quería plantear cómo sería el personaje antes de convertirse en la leyenda que está considerado aún hoy día, y para tal magna empresa volvió a contar con Jackie en el papel estelar, Hwang como su némesis, el entrañable patriarca del clan Yuen, Simon Yuen, como el maestro, y Yuen Woo-Ping como maestro de ceremonias. El resultado, otro clásico inmortal del género.


4. Buscando su propio estilo.

Y, a partir de aquí, “el cielo es el límite”, como suelen decir. Jackie consiguió la libertad que requería para hacer el tipo de películas que quería hacer, y el resultado fue "Fearless Hyena" (1979), que marcó su debut en la dirección y que asentó aún más su estatus como rey de la comedia del kung fu. Es una lástima que, desde un punto de vista técnico y marcial, el único que cumple es el siempre magnífico Yen Shi-Kwan en el papel de villano.

Por su parte, Jackie se limita a lo que terminará siendo una constante en su filmografía, utilizando infinidad de acrobacias, piruetas y alguna que otra payasada ridícula para derrotar a su enemigo en una confrontación final que podría haber dado más de sí de haber dado más prioridad a las artes marciales que a las gansadas que lastran esta película. De hecho, en ocasiones los movimientos son tan marcados y artificiales que parece como si estuviéramos presenciando un baile antes que un combate de kung fu, baile en donde el villano lleva la voz cantante durante casi toda la pelea hasta el muy fantasioso e inverosímil desenlace.



En otras palabras, lo que en "Drunken Master" (en menor medida) y "Snake in the Eagle’s Shadow" (en mayor medida) quedaba compensado por unas estupendas coreografías en donde se equilibra lo gimnástico como lo puramente marcial, en "Fearless Hyena" la balanza se inclina considerablemente hacia lo gimnástico y burlesco. Habrá a quienes les parezca curioso e incluso les divierta este tipo de exhibiciones… a un servidor le parece una lamentable tomadura de pelo.

A esta decepción siguieron películas como "Young Master" (1980) y la infame "Dragon Lord" (1982), en donde Jackie prosigue en su línea de renegar del cine tradicional de kung fu en pos de un estilo más ecléctico en donde pudiera sacar provecho de su formación acrobática en la Ópera de Beijing.

Hasta cierto punto, es comprensible. Si Jackie hubiera intentado hacer carrera como actor de kung fu tradicional, no habría tenido el éxito que tiene hoy día. Afortunadamente, fue lo suficientemente astuto como para no tratar de imitar a nadie y forjarse su propio y muy particular estilo. En cualquier caso, ese estilo aún estaba por madurar a esas alturas, y películas como "Dragon Lord" resultan nuevamente decepcionantes como películas de artes marciales.



Afortunadamente, ambas cuentan con el coreano Whang In-Sik, un estupendo pateador y Gran Maestro en hapkido. Whang demuestra nuevamente que, como ya viene siendo habitual desde los tiempos de "Snake in the Eagle’s Shadow", lo que realmente merece la pena en estas películas es el villano. Jackie, por su parte, sigue en su línea de payasadas, saltos, acrobacias, y poco kung fu, pero sólo por ver a Whang merece la pena ver "Young Master", cuyo enfrentamiento final es otro de los hitos en la carrera de Jackie, aunque eso se deba más al antagonista que al propio protagonista.


5. Probando suerte en América

Entre ambas películas, Jackie tuvo ocasión de probar fortuna en los EE.UU. con la película "Battlecreek Brawl" ("La Furia de Chicago", 1980), una película menor en su filmografía y que contaba con parte del equipo responsable de "Enter the Dragon" (1973), entre ellos Robert Clouse en la dirección, y Lalo Schiffrin en la música. Nuevamente, parecía como si pretendieran promocionar a Jackie como el nuevo Bruce.

La experiencia no resultó del todo gratificante para Chan, el cual comentaba: In Hong Kong, I can hit one of my stuntmen, bam-bam-bam, and he will block every punch [...] American stuntmen are so slow! I hit bam-bam-bam, and, by the third time, he will have blocked the first punch! Ignoramos cómo se lo debió tomar el coreógrafo Pat Johnson, que más tarde participaría en "The Karate Kid".



De todos modos, es de justos reconocer que, al igual que "Enter the Dragon" no es ni mucho menos la mejor película de artes marciales de Bruce Lee, del mismo modo esta "Battlecreek Brawl" resultó un intento fallido de promocionar a Jackie y también de explotar sus habilidades, como también lo serían "The Protector" (1985) y todas las lamentables patochadas en las que se implicaría desde la co-producción "Rumble in the Bronx" (1995).

Afortunadamente para todos nosotros, tras su primera experiencia en los EE.UU Jackie aprendió la lección y decidió volver a Hong Kong, en donde ya era una gran estrella por aquel entonces, para unirse a sus compañeros de compañía Samo y Biao en lo que sería uno de los títulos clave de toda su filmografía, y una de las películas que ejemplifican perfectamente el encanto y la magia del cine de acción de Hong Kong de los 80: "Project A" (1983), estrenado en nuestro país como "Los Piratas de los Mares de China".


6. Los Tres Dragones

Tras el fracaso de la horrible "Dragon Lord", Jackie decidió dejar atrás las historias ambientadas en la China de la dinastía Qing en pos de un contexto más “actual”, el de principios del siglo XX, para su "Project A". Quién no recuerda la desternillante persecución en bicicletas, o la escena en donde Jackie se deja caer desde lo alto de una torre del reloj desde el cual colgaba a lo Harold Lloyd. Esta película supuso un importante punto de inflexión en su carrera y en el desarrollo de lo que constituiría su particular estilo.



Desde un punto de vista marcial, esta película cuenta con enfrentamientos tan brillantes como toda la pelea final contra un villano Dick Wei. Perfecta sincronización de movimientos para todo un equilibrado cóctel de acrobacias, stunts y artes marciales, si bien es cierto que los que esperen encontrar un recital de kung fu clásico en esta película se llevarán una decepción, ya que Project A funciona más como un genial homenaje a las películas de Buster Keaton o Charlie Chaplin, pero sin caer en las memas gansadas de "Fearless Hyena" o "Young Master".



Se trata de un humor acrobático y muy físico, con arriesgados stunts y dinámicas coreografías que destacan por la velocidad, precisión y el aprovechamiento de todos los props que pueda proporcionar el entorno. Y aunque Jackie es la estrella absoluta, hay que destacar igualmente la labor de sus compañeros, con los cuales volvería a colaborar en numerosas ocasiones en algunas de sus películas más destacadas de los 80.

Una de ellas fue "Wheels on Meals" (1984), estrenada en video en nuestro país como "Los Supercamorristas", con una historia ambientada en Barcelona y con un reparto tanto internacional como nacional, con actuaciones de Lola Forner e incluso Pepe Sancho en el papel de villano. Esta comedia se deja ver con agrado, si bien lo realmente destacable no llega hasta la recta final, en donde nuestros tres dragones deberán enfrentarse a luchadores de la talla de Keith Vitali y Benny “The Jet” Urquídez en lo que podríamos considerar uno de los mejores enfrentamientos de toda la carrera de Jackie.



Urquidez era por aquel entonces un campeón invicto de kick boxing, y su enfermiza y extremadamente competitiva mentalidad le llevaba a querer medirse continuamente con todos los luchadores con los que se encontraba, para ver quién era mejor. En una entrevista, Jackie cuenta: When we fought in the movie, he kept hitting me for real (...) Benny wasn’t used to not hitting! Finally I told him: ‘Hit me again and you’ll never work in Hong Kong films’.

Keith Vitali por su parte recuerda que, para no perder credibilidad ante su equipo, Jackie llegó a desafiar a Urquídez para un combate benéfico en Hong Kong, combate que nunca se llegó a llevar a cabo pese a la disponibilidad de Benny, lo cual atribuye Vitali a una cinta que le podría haber pasado Samo a Jackie en donde se veía a Benny luchando en un ring.



"Wheels on Meals" no sería la primera película en donde Jackie debería enfrentarse a un campeón americano de kickboxing, ya que en la decepcionante "The Protector" Jackie tenía que verse las caras con Bill “Superfoot” Wallace. Es una pena que ninguno de los dos tuviera la ocasión de lucirse en esta decepcionante película rodada nuevamente al modo americano.


7. Revolucionando el cine de acción "Made in Hong Kong"

Entre 1985 y 1987 Jackie protagonizó otros dos clásicos de su filmografía, "Police Story" (1985) y "Armour of God" (1987), que consolidarían aún más si cabe su estatus como la más grande estrella de acción (que no de artes marciales) del momento. Ambas tendrían secuelas, igual que ocurriera con "Project A". En el caso de "Police Story"¸ más de una secuela incluso, y se encuentra entre una de sus películas favoritas.

Arriesgados stunts despuntan como lo más destacable de la cinta, especialmente en el espectacular desenlace, que justifica el hecho de que los propios stuntmen de Jackie retitularan la película como "Glass Story" por la cantidad de cristales destrozados durante el épico desenlace. En lo narrativo, Jackie continúa con esa imagen de "everyman", hombre vulnerable que no siempre vence todos sus combates, y que gracias a su constancia y tesón, más que cualquier otra habilidad, consigue en última instancia derrotar a los malvados al final de la película, no sin antes haber sufrido lo suyo.



Por supuesto, la película combina dosis de humor con dosis de acción y otras dosis dramatismo a partes iguales, lo cual puede desanimar a más de uno, especialmente si va esperando encontrarse una película de artes marciales ambientada en un contexto urbano. Nada más lejos de la realidad. "Police Story" es una gran película de acción, pero no tiene nada que ver con obras maestras del cine de artes marciales contemporáneo tales como "Righting Wrongs" (1986) o la espectacular "In the Line of Duty IV" (1989).

Gran parte del atractivo de las películas de Jackie Chan está en su autenticidad... Jackie y su equipo de stuntmen se juegan la vida literalmente en más de una ocasión, como puede verse especialmente en las tomas falsas mostradas durante los créditos finales de sus películas, que sirven de testimonio gráfico de las innumerables lesiones físicas provocadas durante la realización de arriesgados stunts en casi todas sus películas.

En el caso de "La Armadura de Dios", Jackie asume un rol propio de Indiana Jones, con la salvedad de que, en este caso, “Indy” o, como se hace llamar en la película, el “Halcón Asiático”, hace él mismo sus escenas de riesgo e incluso nos regala alguna escena de acción que uno jamás cabría esperar en Harrison Ford.



"La Armadura de Dios" es recordada por el aficionado por varios momentos: la escena de lucha contra los monjes (uno de los cuales es nada más y nada menos que John Ladalski) en el interior de un castillo; la lucha contra cuatro letales dominatrices con una peligrosa obsesión por apuntar a las partes pudendas del protagonista (una de ellas estaba interpretada por la campeona americana de karate Linda Denley); y, cómo no, el impresionante salto final.


8. Dragons Forever

"Wheels on Meals" no fue la única colaboración de Jackie con sus hermanos de la Ópera. Previamente había tenido un pequeño cameo en la ingenua y olvidable "Winners and Sinners" (1983), y posteriormente volvería a colaborar con Samo, y/o Yuen Biao en películas como "Heart of Dragon" (1985), un tedioso drama que podría haber dado más de sí si se hubiera dado prioridad a la acción antes que al drama lacrimógeno, con Samo interpretando a un hermano retrasado de Jackie.

Por supuesto no nos olvidamos de las comedias "My Lucky Stars" (1985) y "Twinkle Twinkle Little Stars" (1985), que contaban igualmente con la participación de cómicos del nivel de Richard Ng o Eric Tsang.



Pese a ello, estas películas pueden llegar a hacerse algo pesadas, y casi siempre dejan lo mejor, en términos de acción, para el final… en el caso de "Twinkle Twinkle Little Stars"¸ la pelea con el americano Richard Norton y aquélla contra el japonés Yasuaki kurata son dos ejemplos. Es una pena que, para llegar ahí uno tenga antes que tragarse gags y situaciones cómicas que no siempre resultan divertidas, sino más bien infantiles e incluso a veces idiotas, a pesar del talentazo de Richard Ng y demás.

La última colaboración de los tres dragones sería en la película "Dragons Forever" (1988), estrenada en nuestro país precisamente como "Los Tres Dragones", y en donde además repiten como villanos Benny Urquídez y Dick Wei además de un soberbio Yuen Wah. En esta película se agudizaron más aún los problemas entre Jackie, Biao y Samo. Como comenta el propio Yuen Biao: That film was a showcase for Jackie and Samo. Jackie was the biggest star, Samo was his Big Brother and I was just there as a favour to them. That’s when I decided I had to produce and direct my own films!.



Por otra parte, se observaba una falta de ideas en el trío, lo cual no hizo sino agravar los problemas de colaboración entre ellos. El propio Samo llegó a comentar en alguna entrevista su frustración al ver cómo su hermano acaparaba todo el éxito y la fama, y él siempre quedaba por debajo. Sin embargo, al César lo que es del César. Jackie es quizás el más completo de todos y el de mayor carisma (esto último es discutible), pero Yuen Biao era y es el mejor pateador de los tres, y Samo, mi favorito personalmente, es el más técnico de los tres en cuanto a artes marciales, además de uno de los más grandes coreógrafos del cine de artes marciales, casi a la altura de leyendas como Yuen Wo-Ping o Lau Kar-Leung.



Además, mientras que Jackie se forjaba una carrera gracias a películas de acción basadas en peligrosos stunts, mucha comedia y acción, otros como Samo han pasado a la historia por su implicación en sublimes clásicos del cine de artes marciales como "The Prodigal Son" (1981), "Magnificent Butcher" o "Knockabout" (1979). En ese sentido, como afirma el mismísimo Bey Logan:

Western audiences prefer their heroes lean and mean, and so, to date, Hung’s movies have not performed as well overseas as those of his long-time friendo Jackie Chan. It’s the West’s loss. Hung is easily as fine an on-screen martial arts performer as Chan and definitely a better director of full-blooded kung fu films. Added to which, he has constantly been a trend-setter withing the Hong Kong industry, sending the martial arts genre in fresh and successful directions. Samo has also helped launch several of his co-workers as stars, though none ever look as good in their own films and they do in a Samo Hung production.

Como se suele decir, "nuff said!"


9. Entrando en los 90

A partir de entonces, Jackie seguiría en solitario con productos como la soporífera "Mr. Canton and Lady Rose" (1989), estrenada en nuestro país como "Gángster para un Pequeño Milagro", las muy flojas "Operation Condor" (1991, secuela de "Armour of God"), "Island of Fire" (1990), "Twin Dragons" (1992), "City Hunter" (1993, adaptación del manga con Gary Daniels y Richard Norton como antagonistas… nuevamente, una película lastrada por mucho humor idiota e insuficientes escenas de lucha de calidad), "Crime Story" (1993)… y un largo etcétera.



Es probable que su mejor película de esta etapa (y de lo que estaría por venir también) sea "Drunken Master 2" (1994), si bien para el que esto escribe se trata de una de las películas de artes marciales más sobrevaloradas de los noventa. La película fue lanzada coincidiendo con el final del boom que supuso ese revival del cine de kung fu a principios de los noventa.

Tras las magníficas "Once Upon a Time in China" 1 y 2, en donde un joven prodigio del wu shu llamado Jet Li volvería a resucitar al personaje de Wong Fei-Hung, Jackie volvería a interpretarlo, adaptando nuevamente al personaje al modelo de antihéroe al que nos tiene acostumbrados. En un principio, la película iba a estar coreografiada nada más y nada menos que por el legendario Gran Maestro Lau Kar-Leung, lo cual hacía prever realistas y espectaculares coreografías alejadas del wire-fu tan popularizado en aquellos tiempos.



Lau se encargó de que Jackie diera lo mejor de sí en los combates coreografiados por él, sin embargo la relación entre ambos distó mucho de ser todo lo fluida que tendría que haber sido, con las consecuentes fricciones que motivaron que Lau abandonara el proyecto, con lo cual Jackie se encargaría de coreografiar el resto de la película, especialmente el enfrentamiento final.

Como explica Jackie: I felt that Lau’s style was the old style. When it came time to shoot the ending, I wanted to shoot in the new style that the audience wants to see. Muy subjetivas y discutibles valoraciones las de Jackie, todo hay que decirlo. Por supuesto, comparado con lo que llevaba haciendo hasta entonces, "Drunken Master 2" supone una notable mejoría, al menos durante la primera mitad.

El enfrentamiento final basa su atractivo, nuevamente, no tanto en la labor de Jackie como en el espectacular juego de piernas de su enemigo y guardaespaldas en la vida real, el genial Ken Lo. Los aficionados al cine de kung fu clásico disfrutaron además con la participación del gran Ti Lung en el papel del padre del protagonista, si bien todo el lacrimógeno dramón familiar en torno a los personajes de Jackie, Ti Lung y su madre, la cargante Anita Mui, lastran pero mucho toda la parte intermedia de la película.



Eso y la visión de Wong Fei-Hung como un inmaduro adolescente, una visión diametralmente opuesta de la heroica caracterización con la que nos obsequiara Jet Li años atrás. En cualquier caso, "Drunken Master 2" demostró que Jackie no estaba acabado y que aún podría ofrecer buenos momentos de artes marciales si así se lo proponía. Desgraciadamente, si su visión del "new style" se basa en acrobacias y tonterías antes que en técnica, ¡pues que vuelva Lau Kar-Leung, por favor!


10. Consideraciones finales

Y poco más que comentar… sólo que a "Drunken Master 2" le seguiría "Rumble in the Bronx" y toda una lista interminable de mediocres memeces perpetradas en los EE.UU. con mucha comedia, mucho stunt, falta de ideas, y poco kung fu… ni siquiera su intento por volver a su país en papeles épicos como los de "The Myth" (2005) consiguieron devolvernos al Jackie de los comienzos o incluso al Jackie inspirado de los 80, si bien hay que reconocer que tanto esta película como "The Forbidden Kingdom" constituyen lo único decente y reivindicable que ha hecho en lo que va de siglo.



En cualquier caso, de justos es reconocer su relevante contribución al cine de acción "made in Hong Kong", su estatus como una de las más grandes estrellas del cine de acción de la historia, y su papel a la hora de revolucionar las coreografías y la forma de rodar escenas de artes marciales y acción en su país, creando un estilo propio que sabía aprovechar inteligentemente su rica y heterogénea formación en diversas disciplinas para ofrecer al público algo original y novedoso, lo cual es algo de lo que muy pocas estrellas pueden presumir hoy día.

A pesar de ello, también es de justicia insistir en que, al contrario de lo que mucha gente erróneamente piensa aún hoy día, Jackie no fue el inventor de cine de kung fu cómico o de la comedia con kung fu. Lau Kar-Leung cuenta con ese honor gracias a su clásico "The Spiritual Boxer" (1975), y en última instancia tan responsable es Yuen Wo-Ping del éxito de "Snake in the Eagle’s Shadow" o "Drunken Master" como lo fue el propio Jackie.



La originalidad de Jackie está en su aprovechamiento de la formación recibida en la Ópera para crear escenas de acción que se apartaban de las coreografías de kung fu tradicionales imperantes hasta la época, buscando nuevos caminos y formas de expresión que pudieran conectar con un público cansado de tanta coreografía tradicional y a la búsqueda de una acción más de acorde con los nuevos tiempos.

Con todo, incluso esto es algo no sólo atribuible a él, sino también a sus compañeros Yuen Biao, Samo Hung y, posteriormente, a otras estrellas ajenas a la Ópera y con formación en artes marciales, leyendas como Donnie Yen o el mismísimo Jet Li.

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