miércoles, 7 de julio de 2010

"Jet" Li: un tributo al niño prodigio del wushu




1. Introducción

Mi primer contacto con el cine de artes marciales se remonta a mi más tierna infancia, cuando devoraba con fruición aquellos entrañables clásicos protagonizados por el sin par Bruce Lee y, más tarde, los "Tres Dragones" (Sammo Hung, Yuen Biao y Jackie Chan).






Para ser sinceros, por aquel entonces, como cualquier otro niño, era fácilmente impresionable, y cualquier acróbata con notables cualidades físicas hubiera provocado en mí un efecto similar de ensimismamiento. Disfrutaba de las piruetas y las escenas de lucha con la ingenuidad característica de un neófito en la materia, sin ser realmente consciente del grado de maestría y talento mostrados en las mismas. Ni siquiera sabía quiénes eran los que actuaban en dichas películas.

Cuando cumplí los ocho años, comencé a practicar, si bien con reticencia, el arte del karatedô. Lo que empezó para mí como una simple actividad "deportiva" acabaría convirtiéndose, más tarde, en toda una pasión que me inspiraría y guiaría hasta el día de hoy. A medida que iba avanzando en mi práctica de karatedô pasé por unos años, los de mi adolescencia, en los cuales el cine clásico de gongfu (kung fu) dejó de interesarme, a favor de los típicos productos de acción made in USA protagonizados por Chuck Norris, y, muy especialmente, Jean-Claude Van Damme.



Por aquel entonces, recuerdo que el cine de "gongfu" me resultaba aburrido, especialmente por aquellas largas, interminables coreografías de lucha que me parecían tan poco "realistas" de cara a un enfrentamiento "real". En realidad, seguía siendo incapaz de apreciar y por tanto valorar la rapidez, coordinación y exuberante exhibición técnica de la que hacían alarde sus protagonistas.

Por el contrario, el cine americano me resultaba mucho más entretenido y apasionante. En concreto, Van Damme se había convertido en mi primer ídolo de referencia del cine de artes marciales. Admiraba la elasticidad, la fuerza y las vistosas patadas de las que hacía buen uso en sus películas y, en la ingenuidad propia de la edad, anhelaba convertirme en un "luchador" como él.



Debo añadir, no obstante, que desde que empecé a tomarme en serio el estudio de las artes marciales, siempre me he sentido muy atraído por el componente espiritual de las mismas, el cual siempre ha estado presente en el enfoque de mi práctica personal. Por ese motivo también encontraba satisfacción e inspiración en productos de índole más filosófica tales como la trilogía de "The Karate Kid", la mítica serie "Kung Fu" y otros productos también protagonizados por David Carradine, tales como esa obra maestra de culto que es "Círculo de Hierro" ("The Silent Flute", 1978).

Siempre he considerado que el verdadero maestro de artes marciales no es sólo aquél que sabe utilizar las técnicas "aprendidas" para defenderse con éxito en situaciones de peligro, sino también aquél que ha alcanzado un alto grado de desarrollo ético y espiritual, lo cual me puso en contacto con disciplinas internas tales como el budismo Zen o la meditación taoísta.



Posteriormente aparecerían otras figuras representativas del género en los EE.UU. tales como Michael Dudikoff, Jeff Wincott, Jeff Speakman, David Bradley, Mark Dacascos o, principalmente, Steven Seagal, el cual supuso para mí todo un soplo de aire fresco cuando "Los Músculos de Bruselas" parecía haberse estancado en rutinarios y aburridos productos de acción carentes del más mínimo interés desde el punto de vista de las artes marciales.



No hacía mucho que había decidido orientar mi práctica al aikidô , por lo cual Seagal se convirtió en mi nueva estrella predilecta del cine de artes marciales. Independientemente de hasta qué punto sus películas contribuyen o no a difundir el verdadero espíritu del arte, es decir, aquél promovido por su fundador, Ô Sensei Ueshiba Morihei, me resultaba fascinante descubrir cómo todas y cada una de las técnicas que aprendía y practicaba con regularidad podían aplicarse en un enfrentamiento real de manera tan fulminante. Y, por qué no decirlo, disfrutaba (y aún lo hago hoy día) enormemente con los papeles de "duro" a los que Seagal nos tiene acostumbrados en sus películas.



Un buen día, algo sucedería que cambiaría por completo mi visión del cine de artes marciales y que provocaría mi vuelta incondicional al cine del que tan vagos recuerdos tenía de mi niñez. Aún recuerdo como si fuera ayer aquella tarde de sábado en el "difunto" Virgin de la calle Sierpes de Sevilla.

Mientras paseaba por la sección de películas, encontré en uno de los monitores para uso del público algo que me llamó poderosamente la atención. Sin pensármelo dos veces, cogí los auriculares y empecé a ver la película, y para cuando hube terminado de verla, la impresión fue tan profunda que provocaría un gradual aunque imparable regreso al fascinante cine "made in Hong Kong".

Allí estaba, una película china de gongfu pero tan distinta a todo lo que recordaba de mi infancia. La dirección me resultaba innovadora, así como también las imaginativas coreografías, las cuales, en ocasiones, desafiaban las leyes de la gravedad. Pero no sólo destacaban las coreografías, sino cómo estaban rodadas... el resultado era algo vibrante, frenético, espectacular... ensalzado por una preciosa banda sonora.



Y... sí, por supuesto... lo que más me llamó la atención fue el actor que interpretaba al personaje protagonista. Se movía con una rapidez inaudita, sus movimientos eran gráciles, muy estéticos, y al mismo tiempo coordinados, precisos y efectivos.

A diferencia de los típicos productos americanos a los que me había acostumbrado en el pasado, en aquella película las artes marciales ya no se reducían principalmente a una mera exhibición de músculos, brutalidad y testosterona. Había un elemento ético, muy espiritual, en el personaje protagonista que me llamó la atención poderosamente.

Las coreografías tampoco se reducían ya a una sucesión de simplistas intercambios de bloqueos y golpes distribuidos en secuencias de dos o tres movimientos editados de manera confusa y torpe, sino que ofrecían toda una rica paleta de interminables posibilidades que dejaba en evidencia hasta qué punto, a la hora de filmar escenas de lucha, el cine de Hong Kong estaba (y aún hoy día lo está) a años luz del resto del mundo.



Por aquel entonces ya había decidido centrar mi práctica en el estudio del taiji quan (t'ai chi ch'üan), y ciertamente era algo natural encontrar en personajes como aquél, con su visión ética, espiritual y humanista de las artes marciales, un invaluable modelo de referencia e inspiración. La película en cuestión se titulaba "Érase una Vez en China" (1991), y el actor protagonista no era otro sino "Jet" Li.

Desde aquel momento, empecé a adquirir todo lo que encontraba que estuviera protagonizado por aquel virtuoso de las artes marciales, y aquello no fue sino el principio.

Por un lado, me permitió descubrir a otros nuevos maestros del cine de artes marciales de Hong Kong tales como Donnie Yen, Chiu Man Cheuk, Wu Jing y, por otro, me permitió redescubrir a maestros del pasado como Gordon Liu, Hwang Jang-lee, Tan Tao-liang, Phillip Ko, John Liu, Yasuaki Kurata, Jack Long, Lau Kar-leung o Sammo Hung, a los que había visto en películas siendo muy niño.



Y, en aquel momento, el cine de gongfu se convirtió en mi verdadera vocación y pasión, no sólo la nueva ola auspiciada, en muy buena parte, por esa obra maestra que es "Érase una Vez en China", sino también el glorioso cine de los 80 e incluso el de la "Vieja Escuela".

Aquellas viejas y entrañables películas de gongfu que una vez me aburrieran, de repente se convertirían en una fuente interminable de satisfacción y regocijo, hasta tal punto que, desde entonces, no he dejado de "devorar" este tipo de cine.



Es fruto de mi amor hacia este género que decidí elaborar el presente estudio dedicado a una de las estrellas más importantes del cine asiático y, sin lugar a dudas, uno de los artistas marciales más importantes, carismáticos y prodigiosos que haya dado el cine de género: "Jet" Li.

Sirva este estudio, igualmente, como un merecido tributo personal a dicho género, así como también a todas y cada una de las figuras que han contribuido a su crecimiento y consolidación durante el transcurso de las últimas cuatro décadas.


2. Breves apuntes biográficos

"Jet" Li Lianjie nació un 26 de abril de 1963 en Beijing (Pekín). Respecto a su nombre, conviene apuntar que, tal y como es costumbre en China, el primer carácter, "Li" es el apellido, mientras que "Lianjie" es el nombre elegido por sus progenitores.

Dicho nombre, a su vez, está constituido por dos caracteres. El primero de ellos, "Lian", es el denominado "nombre generacional", y como tal está compartido por todos los hermanos de la familia, mientras que el segundo, "Jie", es su nombre propio exclusivo, cuyo significado es "festival".



La elección del nombre para un recién nacido en China es una de las decisiones más importantes que deben afrontar los padres, de ahí que, meses antes del nacimiento, sea frecuente la consulta de diccionarios, amigos e incluso especialistas para asegurarse de elegir el nombre perfecto para su bebé.

Factores relevantes que son considerados para tal fin son la fecha de nacimiento, genealogía, el significado del nombre, y por supuesto el género del recién nacido. Esto implica que, aunque el número de apellidos utilizados en China constituya un conjunto relativamente reducido, en lo que atañe al nombre escogido las posibilidades son prácticamente ilimitadas, al venir determinado por un conjunto muy amplio e inabarcable de factores.

En lo que atañe al origen de su apodo artístico, "Jet", el actor explica que, tras el estreno de su primera película, una compañía filipina compró los derechos de distribución y, a efectos de marketing, pensaron que "Lianjie Li" era demasiado complicado de pronunciar y llegaron a la resolución de que debían utilizar un nombre con gancho a efectos publicitarios.



Cuando uno de los empleados comentó que la carrera de la nueva estrella de las artes marciales era como un avión con un gran motor, muy rápido y potente, encontraron la solución a sus problemas, y decidieron utilizar la palabra "jet" (fonéticamente similar a su nombre "jie") en clara analogía entre este tipo de máquinas y la prometedora carrera de aquel prodigio del wushu.

"Jet" Li, cuyo padre murió dos años después de su nacimiento, fue criado por su protectora madre, la cual lo mantenía alejado de cualquier tipo de actividad que entrañara algún riesgo (¡incluso montar en bicicleta!), hasta convertirse en un hijo modelo que obtuvo excelentes resultados académicos en la escuela primaria Changqiao.

Cuando el programa obligatorio de educación física del gobierno comunista le asignó al pequeño Li, de manera absolutamente aleatoria, la práctica de la disciplina de wushu, éste comenzó a practicar en la Academia de Artes Marciales de Beijing con tan sólo ocho años de edad.



Llegados a este punto es necesario matizar que, pese a que las artes de lucha chinas han pasado a ser conocidas en occidente como kung fu (gongfu), realmente no se trata del término más apropiado, y su difusión no es más que fruto de un desafortunado error en la traducción de frases tan comunes en películas chinas de artes marciales como "tu kung fu es bueno, pero el mío es mejor".

La palabra "kung fu" hace referencia al grado de maestría al que se llega en una determinada arte, ya sea lucha o caligrafía, o carpintería. Evidentemente, un maestro de artes marciales ha adquirido un buen kungfu, de ahí que dicho vocablo se confundiera con el término técnico exacto para referir a lo que realmente se denomina wushu.


Y aunque muchas personas asocian hoy día esta palabra con una práctica deportiva auspiciada por el gobierno comunista, la palabra "wushu" signfica precisamente "arte de lucha", y de hecho ya se encuentran referencias a este término en un poema de Yan Yanzhi (384-456) de la dinastía Song.


Pese a todo, tanto la televisión como el cine optarían por tomar el término "kung fu" para designar las artes marciales chinas, estandarizándose y acomodándose al idioma occidental especialmente durante la transmisión de la famosa serie televisiva Kung Fu, protagonizada por David Carradine.

Probablemente dicho término les resultaría mucho más comercial y atractivo a efectos de marketing, y hasta tal punto se ha asentado en la cultura popular que es muy poco probable que llegue a ser sustituido algún día por el término correcto, "wushu".

Las artes marciales chinas, agrupadas por tanto bajo el genérico término de "wushu", pueden dividirse en varias categorías según diversos criterios. Por ejemplo, hay estilos internos como el taiji quan o el bagua quan, en los que se da prioridad al cultivo de energía o qi en los tres dan tien del cuerpo y a su estimulación a través de los canales o meridianos que circulan por el cuerpo, por medio de varias prácticas de qigong.


Por el contrario, estilos externos como por ejemplo hung gar dan prioridad al trabajo con el cuerpo físico concreto para desarrollar fuerza, resistencia y velocidad. Al mismo tiempo, las artes marciales chinas suelen dividirse en dos grupos según su procedencia.

De este modo, los estilos procedentes del templo de Shaolín del norte están caracterizados por una mayor abundancia de técnicas de piernas, y resultan más espectaculares y fluidos, mientras que los estilos de Shaolín del sur se centran más en técnicas de puño y hacen más hincapié en desarrollar una buena base por medio de posturas más bajas.

En cualquier caso, la riqueza de las artes marciales chinas es tan abrumadora que realmente no siempre es conveniente recurrir a simplistas criterios taxonómicos para describir un determinado estilo, como se verá más adelante.


Volviendo al tema que nos ocupa, gracias a su esfuerzo y un don natural para el arte del wushu, "Jet" Li no tardó en despuntar como una joven promesa que competiría en torneos nacionales representando a China en todo el mundo. Con tan sólo nueve años, ganó con distinción el primer torneo nacional de wushu celebrado desde la "Gran Revolución Cultural del Proletariado", y como consecuencia de su potencial, el gobierno decidió eximirle de asistir a la escuela de educación general de manera que pudiera centrarse exclusivamente en su carrera como practicante de artes marciales en la academia de Beijing.



El entrenamiento era tan severo que el propio "Jet" llegó a practicar durante todo un día con una fractura en el pie por temor a la recriminación en el caso de ir a quejarse a su entrenador.



1974 sería un año importante en la carrera deportiva de Li Lianjie. En primer lugar, entraría a formar parte del prestigioso equipo de wushu de Beijing, teniendo el honor de ser escogido para una demostración oficial de combate ante el presidente Nixon en la propia Casa Blanca.


Se cuenta que, tras finalizar la demostración, el presidente le preguntó al joven Li si le gustaría trabajar en el futuro como su guardaespaldas particular, a lo que el muchacho respondió tajantemente que no, ya que su deseo para aquel entonces no sería otro sino defender a sus compatriotas chinos. Esto no hacía sino reflejar el tipo de educación de la China comunista, que alentaba respuestas de tal fervor nacionalista incluso en jóvenes de tan corta edad.

En segundo lugar, y con tan sólo 11 años de edad, "Jet" Li compitió por vez primera contra adultos de 20 e incluso 30 años en los Campeonatos Nacionales de Wushu, convirtiéndose en campeón de toda China y ganando dichos campeonatos durante un total cinco años consecutivos, desde 1974 hasta 1978.

Durante dichos campeonatos, "Jet" Li obtuvo un total de quince medallas de oro en diversas disciplinas, entre ellas espada ancha o dao, lanza o qiang, rutinas de estilos del norte como chang quan y sparring con otros contendientes. Con semejante currículum, no es de extrañar que este joven prodigio recibiera la distinción de "tesoro nacional" por la República Popular China y acabara convirtiéndose en entrenador nacional de artes marciales.


Como practicante de wushu, "Jet" Li se ha especializado en los siguientes estilos: chang quan (estilo de Shaolin del norte que enfatiza técnicas de piernas, acrobáticos saltos y movimientos rápidos y fluidos), dao (espada ancha), gun (bastón), fanzi quan (estilo de boxeo que enfatiza el uso de técnicas de bloqueo y dislocación de articulaciones o qinna), bastón de tres secciones y pu dao (tipo de espada utilizada originalmente por la infantería para cortar las piernas de los adversarios que iban montados a caballo).

Aparte, ha estudiado, algunos más en profundidad que otros, varios estilos adicionales, como por ejemplo taiji quan (estilos yang, chen, wu, sun), xing yi quan (un estilo interno como el taiji con abundancia de movimientos rectos y lineales), bagua zhang (otro estilo interno de carácter más circular y envolvente), jian (espada), qiang (lanza), zui quan (boxeo borracho), tang lang quan (estilo de la mantis), ying zhao quan (garras de águila), zui jian (esgrima borracha), shuang dao (doble espada), hacha, espadas de gancho, látigo de nueve secciones, maza, martillo, tridente, garrote, y otras inverosímiles armas.


A los dieciséis años, Li decidió retirarse del mundo de la competición a causa de una severa lesión de rodilla para iniciar una fructífera e inigualable carrera como actor de artes marciales que germinaría en el año 1979 con su célebre "Shaolin Temple". A continuación proporcionaremos un breve análisis de todas y cada una de las películas que conforman su destacable filmografía, las cuales han permitido cimentar su posición como una de las más grandes estrellas en la historia del cine de kung fu.


3. Filmografía

Shaolin Temple (1979). Todo un festín para los amantes del buen cine clásico de kung fu. Se trata de una producción china (no hongkonesa), como puede apreciarse en el tono reverente (y también propagandístico, por qué no decirlo) presente durante todo su metraje.


La historia, acerca de un muchacho que aprende artes marciales en el mítico monasterio de Shaolín para poder vengar la muerte de su padre a manos de un maligno tirano, ha sido explotada hasta la saciedad, pero como es habitual en las viejas películas de kungfu, el argumento no es sino una excusa para presentar fabulosas escenas de luchas soberbiamente coreografiadas.



Y esta película no es una excepción, gracias a la magnífica labor del coreógrafo Yu Hai. Li ofrece un verdadero recital de buen wushu, exhibiendo su maestría en diversos estilos con y sin armas, y secundado por no menos grandes expertos de la talla de Yu Hai o Yu Cheng Hui. El resultado es una verdadera obra maestra que satisfará los paladares más exigentes.

Calificación: ***** de *****


Kids from Shaolin (1983). Esta primera secuela de la película debut "Shaolin Temple" contó con prácticamente el mismo equipo técnico y artístico, y por tanto la acción sigue siendo sensacional, aunque se ve resentida por una historia mediocre que incluye incluso algún que otro número musical y menos escenas de lucha. Sin estar mal del todo, teniendo en cuenta cómo es su antecedente se esperaba mucho más de ella.



Calificación: *** de *****


Artes Marciales de Shaolín (Martial Arts of Shaolin, 1986). Para la tercera parte de la trilogía sobre el monasterio de Shaolín se recurrieron a los servicios de nada más y nada menos que el Gran Maestro de Maestros Lau Kar Leung, responsable de las mejores películas de kung fu de la Productora Shaw, y autor de algunas de las más grandes obras maestras del género, tales como "Las 36 Cámaras de Shaolín" (1978), "Eight Diagram Pole Fighter" (1984), "Heroes Two" (1974) o "Legendary Weapons of China" (1982).



El resultado, como no podía ser de otra manera, es una nueva obra maestra en la carrera de "Jet" Li. Ultima película de la "vieja escuela" del actor, y nuevamente exhibición de diversos estilos como por ejemplo la mantis del norte, bagua y puño del sur. Imprescindible.

Calificación: ***** de *****


Born to Defend (1988). Primer y hasta el momento único intento de "Jet" Li por dirigir su propia película. La película está ambientada durante la II Guerra Mundial, y se centra en la rivalidad entre un veterano de guerra chino y unos mezquinos, viciosos y racistas boxeadores americanos que le harán la vida imposible hasta la inevitable y sangrienta confrontación final.



Sin ser de lo mejor del actor, sí cuenta con brutales, rápidas y directas coreografías a cargo de Tsui Siu Ming, y Li demuestra que también es capaz de adaptarse a un estilo de lucha más "real" desprovisto de las bellas, intricadas y vistosas combinaciones de wushu por las que es mundialmente conocido.

Calificación: *** 1/2 de *****


Dragon Fight (1988). Primer intento por promocionar al actor en el mercado americano. En este caso Li comparte protagonismo por un joven Stephen Chow, el mismo que, años más tarde, nos deleitaría con esa obra maestra que es "Shaolin Soccer" (2001).



Li interpreta a un campeón chino de wushu que viaja con su equipo de performers para una exhibición en San Francisco. Los guiños autobiográficos resultan evidentes en esta entretenida película de acción, su primera en Hong Kong, la cual tiene como punto álgido el enfrentamiento entre Li y Dick Wei. La película cuenta igualmente con la participación de la actriz Nina Li Chi, con la que el actor está actualmente casado.

Calificación: *** 1/2 de *****


The Master (The Master, 1989). Otra nueva vuelta de tuerca a la idea del inocente chino experto en artes marciales que debe viajar a los Estados Unidos y enfrentarse a unos despiadados gweilos delincuentes. En este caso Li debe ayudar a su sifu, interpretado por el genial Yuen Wah, frente a un sádico camorrista interpretado por el campeón de kickboxing americano Jerry Trimble.



El enfrentamiento final entre ambos luchadores, en lo alto de un rascacielos, es de los mejores de toda la filmografía de Li. Estupenda película de acción coreografiada por Brandy Yuen, uno de los hermanos de Yuen Wo-ping. Muy recomendable.

Calificación: **** de *****


Érase Una Vez En China (Once Upon a Time in China, 1991). He aquí una de esas películas que marcan un antes y un después en el devenir del género. Los esfuerzos combinados de Tsui Hark en la dirección, Lau Kar-wing (hermano de Lau Kar-leung) y miembros de la familia Yuen en la elaboración de las fascinantes coreografías de luchas, y estrellas tanto del presente como del pasado (Yuen Biao, Yen Shi-kwan y el propio Li) garantizaron uno de los espectáculos más vistosos y significativos en la historia del cine de artes marciales moderno.



Si hay un papel por el que "Jet" Li será siempre recordado, ése es el del legendario héroe y Gran Maestro de hung gar Wong Fei Hung (aunque, paradójicamente, Li no utilice hung gar, un estilo de wushu de Shaolín del sur, en toda la película, siendo fiel al estilo de wushu del norte en el que se especializó).



Aunque algunos consideraban a priori que el actor era demasiado joven para encarnar por aquel entonces a semejante leyenda de las artes marciales, todas estas dudas se disiparon inmediatamente gracias a la carismática interpretación de un prodigio del wushu en estado de gracia, que se apropió del papel como si hubiera nacido para interpretarlo.



Li aportó al personaje una dignidad, una solemnidad... ausentes en anteriores aproximaciones al personaje, como por ejemplo la realizada por Jackie Chan en la también clásica "Drunken Master" (estrenada en nuestro país como "El Mono Borracho en el Ojo del Tigre", 1978).



Wong se erige así como defensor de un país humillado y fragmentado tanto geográfica como anímicamente por el Imperialismo europeo. Además, deberá hacer frente incluso a otros maestros de kung fu que no tienen ningún reparo en recurrir a la violencia para conseguir los mismos fines. Uno de ellos es el maestro Yam, interpretado por el gran Yen Shi-kwan, el cual domina una técnica de qigong denominada "camisa de hierro" que lo vuelve aparentemente invulnerable a cualquier ataque.



El enfrentamiento final entre ambos maestros es una verdadera maravilla, todo un derroche de talento e imaginación, arropado por la excelente banda sonora de James Wong, la cual adapta el ya popular tema asociado al personaje con unos resultados realmente épicos. En resumidas cuentas, una película indispensable para cualquier aficionado al cine de kung fu.

Calificación: ***** de *****


Swordsman II (1992). Primera incursión del actor en el cine de wuxia, dirigida por Tony Ching Siu Tung, el cual también se encargó de las coreografías de lucha. Desafortunadamente, esta película desaprovecha el talento de expertos como Li, Yen Shi-kwan o Chin Kar-lok, los cuales no tienen muchas oportunidades de lucirse en una historia tan absurda como ridícula, malograda por el uso y abuso de cables con unos resultados realmente ridículos. Que nadie espere encontrar buenas demostraciones de artes marciales en este decepcionante sin sentido.



Calificación: ** de *****


Érase Una Vez En China II (Once Upon a Time in China II, 1992). Segundas partes no tienen por qué ser inferiores, y si no aquí tenemos esta película como ejemplo. Yuen Wo-ping queda al cargo exclusivo de las coreografías de lucha, y se incorpora el gran Donnie Yen como uno de los villanos a los que tendrá que hacer frente "Jet" Li (años más tarde, los dos actores volverían a enfrentarse cara a cara en la soberbia "Hero", 2002).



Especialmente destacable resulta el primer enfrentamiento entre ambos luchadores, sin lugar a dudas uno de los mejores combates brindados por el cine de kung fu moderno. Tanto Yen como Li tienen amplias oportunidades de lucirse y dar rienda suelta a su increíble talento como artistas marciales, moviéndose en perfecta sincronía a velocidades supersónicas.



Y por si todo esto no fuera suficiente, Wong Fei-hung deberá además hacer frente a la temida Hermandad del Loto Blanco, conocida por su rechazo y odio hacia los extranjeros. Yuen Wo-ping demuestra por qué es uno de los coreógrafos más imaginativos, creativos y brillantes del cine de Hong Kong en la adrenalítica recta final de la película, todo un tour de force que mantendrá al espectador pegado a la butaca. En resumidas cuentas, otra obra maestra obligada.



Calificación: ***** de *****


Tai Chi Master (1993). Esta joya recrea en clave de ficción la vida del mítico fundador del sublime arte del taiji quan, Zhang San-feng. La película, que supuso una nueva colaboración entre Li y Yuen Wo-ping, es un claro ejemplo de buen uso de arneses y cables en una película de artes marciales.



Estos están siempre al servicio de la historia y, pese a las exageradas piruetas y saltos realizados en algunos momentos, el film cuenta con serias exposiciones de los principios básicos de este arte, amén de una demostración de taiji estilo chen a cargo de Li que realmente deja al espectador con la boca abierta de lo hermosamente concebida y ejecutada que está la escena en cuestión. En ella se muestra al Maestro practicando una forma de taiji en el bosque y atrayendo con su energía o qi las hojas caídas al suelo de los árboles para formar una esfera entre sus manos.



Al final, Li deberá poner en práctica los conocimientos aprendidos contra Chin Siu-hou en una imaginativa confrontación en la que el protagonista pondrá en práctica muchas de las técnicas características de este hermoso arte (estilos chen y yang). "Jet" Li está además secundado por la hermosa y genial Michelle Yeoh. En definitiva, una nueva obra maestra del cine de artes marciales editada en occidente con el título de "Twin Warriors".



Calificación: ***** de *****


Érase Una Vez En China III (Once Upon a Time in China III, 1993). Esta tercera entrega en la ya mítica saga de Tsui Hark supuso un desafortunado descenso cualitativo con respecto a las anteriores partes. Aunque el magnífico Hung Yan-yan encarna a un temible adversario, denominado "Club Foot", por desgracia su enfrentamiento con Wong Fei-hung no está a la altura de lo esperable en una película con antecedentes como las dos anteriores entregas de la saga.



Por el contrario, las coreografías a cargo de Yuen Bun parecen centrarse más en demostraciones de la Danza del León e inverosímiles enfrentamientos entre el héroe y auténticos ejércitos de enemigos gracias al abuso de cables y efectos en detrimento del talento y la técnica. "Jet" Li abandonaría la saga tras esta película, cediéndole el relevo a otro experto del wushu, el fantástico Chiu Man-cheuk, el cual interpretaría al mítico personaje en las dos siguientes entregas de la serie.



Calificación: *** de *****


Last Hero in China (1993). Esta película supone una nueva recreación de la vida del legendario Wong Fei-hung, si bien el tono de la misma es mucho más desenfadado e irreverente que en las de la saga de "Érase Una Vez En China". No en vano la película está dirigida por el irregular Wong Jing, aunque la acción corra a cargo de Yuen Wo-ping.



Sin llegar a la categoría de "obra maestra", "Last Hero in China" permite ver a Li utilizando, por vez primera en su carrera, "boxeo borracho" contra un psicopático adversario encarnado por el estupendo Alan Hsu. La película cuenta además con un cameo de, nada más y nada menos, el gran virtuoso Gordon Liu, estrella de joyas como "Las 36 Cámaras de Shaolin" o "Eight Diagram Pole Fighter".



Es una lástima, no obstante, que, de nuevo, unas coreografías que abusan en demasía de los cables, hast extremos ridículos, echen por tierra lo que podría haber sido todo un hito en la carrera de "Jet" Li, su enfrentamiento con el monje corrupto encarnado por Liu. Leung Kar-yan también aparece en la película, aunque está tristemente desaprovechado.

Calificación: *** 1/2 de *****


Kung Fu Cult Master (1993). Esta nueva película de Wong Jing supuso la primera colaboración entre "Jet" Li y el legendario Samo Hung Kam-bo, el cual participó también en la elaboración de las coreografías de lucha.



Sin embargo, los resultados durante buena parte de la película no llegan a estar a la altura de lo esperable en una producción con semejante equipo y, nuevamente, las coreografías inciden en el componente fantástico y sobrenatural, con personajes volando e incluso realizando absurdas demostraciones de magia a lo "Zu Warriors" (2001).



La película se redime, no obstante, en su recta final, cuando el protagonista (Li) debe recibir lecciones aceleradas sobre taiji del mismísimo Zhang San-feng, papel que Li ya interpretara en "Tai Chi Master" y que en este caso está interpretado por el mismísimo Samo Hung. Como es de esperar, las demostraciones de taiji estilo yang son excelentes tanto por parte de Li como de Samo, pese al omnipresente uso de cables para acentuar las proezas más inverosímiles.

Calificación: *** de *****


Fong Sai-yuk (1993). Esta película marcó el inicio de la larga y fructífera relación entre "Jet" Li y el coreógrafo Corey Yuen Kwai, otra de las grandes figuras del cine de artes marciales hongkonés. La película ofrece una nueva revisión de otro famoso héroe del folklore chino, Fong Sai-yuk, que ya había sido interpretado anteriormente por otras famosas estrellas del pasado como Meng Fei en "The Prodigal Boxer" (1973) y la magnífica "Secret of Shaolin Poles" (1977) o Alexander Fu Sheng en la estupenda "Heroes Two".



En este caso, "Jet" Li parece encontrarse como pez en el agua interpretando a un personaje con el que el mismo actor se podía identificar fácilmente, dado el carácter risueño, desenfadado y jovial del que hace gala el personaje durante buena parte de la película. Es de rigor destacar la igualmente estupenda interpretación de Josephine Siao como la madre del protagonista, la cual tuvo un importante papel en la infancia de Fong adiestrándolo en las artes marciales desde muy pequeño a escondidas de su padre.



La película combina divertida comedia, acción, drama y muy buenas coreografías de lucha. Corey Yuen consigue combinar un hábil e imaginativo uso de cables y arneses con vistosas maniobras de wushu que permiten al actor lucirse como es debido, especialmente en sus enfrentamientos con otro experto en artes marciales chinas, Chiu Man-cheuk, el cual interpreta al maligno manchú de rigor.



Atención a la preciosa banda sonora del gran James Wong, con un tema tan pegadizo como la inolvidable pieza asociada a Wong Fei-hung. Por desgracia, la versión disponible en occidente, editada bajo el título de "The Legend", lleva, al igual que ocurriera con "Tai Chi Master/Twin Warriors", una banda sonora diferente compuesta ad hoc, la cual resulta "menos oriental" y también mucho más mediocre.



Calificación: **** de *****


Fong Sai-yuk II (1993). El éxito de la película original no tardaría en auspiciar una pronta secuela que, por desgracia, estaría muy lejos de alcanzar el nivel cualitativo de su antecesora. Esta nueva aventura del personaje Fong Sai-yuk es en realidad una de las películas más aburridas y exasperantes de " Jet" Li, con todos los defectos de su antecesora y ninguna de sus virtudes.



La película, nuevamente coreografiada por Corey Yuen, combina nuevamente una amalgama de diversos géneros sin decantarse por ninguno en concreto, y pese a la amenazadora presencia de Ji Chun Hua como villano, ninguno de los enfrentamientos saca partido del potencial de los actores, decantándose por ridículos shows de cables y piruetas imposibles.



El único momento de cierto interés es aquél en el que Fong Sai-yuk acude a rescatar a su madre con los ojos vendados y empuñando un buen número de katanas con las que va dando cuenta de todo un ejército de enemigos que tratan de cortarle el paso. Aún así, ni siquiera esta escena alcanza el nivel esperable en una película con "Jet" Li y Corey Yuen en la dirección. En resumidas cuentas, una lamentable pérdida de talento y esfuerzo. Estrenada en occidente como "The Legend II".

Calificación: ** de *****


La Leyenda del Dragón Rojo (The New Legend of Shaolin, 1994). Dirigida por Wong Jing y coreografiada por Corey Yuen, esta película permite al actor encarnar a un nuevo héroe del folklore chino, en este caso Hung Hei-kwun. Según cuenta la leyenda, Hung Hei-kwun fue un mercader de te que, tras un altercado con oficiales del régimen manchú de los Qing, decidió aprender artes marciales en el templo de Shaolín del sur.



Dicho templo se había convertido en un refugio para todos aquellos renegados que conspiraban para derrocar a los usurpadores manchúes y reinstaurar la dinastía china de los Ming. De este modo, el templo de Shaolín apoyaba hermandades secretas, transmitiéndoles sus conocimientos de artes marciales y permitiendo su estancia en el templo a salvo del gobierno manchú.

Cuando dicho gobierno se dio cuenta de la amenaza que representaba Shaolín para el Imperio, ordenó la quema y destrucción de Shaolín del sur, lo cual provocó que muchos maestros de kung fu supervivientes tuvieron que huir y buscar refugio en otras partes del país, aprovechando para enseñar sus conocimientos a aquellos que simpatizaban con su causa, asegurándose de este modo de perpetuar el rico legado marcial del templo de Shaolín.



Ése es el origen de muchos de los estilos de kung fu que hoy conocemos, y muchos de los héroes folklóricos de China eran renegados que aprendieron artes marciales en Shaolín hasta que tuvieron que huir y transmitir sus conocimientos por diversas partes de China. En el caso de Hung Hei-kwun, a él se le atribuye el origen de nada más y nada menos que el estilo del tigre o hung gar.

Hung Hei-kwun bautizó de este modo su arte en honor de Hung Mo-jue, el primer emperador de la Dinastía Ming, y marchó a Guangdong (Cantón), transmitiendo su arte por el sur de China. Como buen estilo del sur, hung gar se caracteriza por posturas muy bajas (sei ping ma) y poderosas técnicas de puño como las garras de tigre.



Desgraciadamente, y volviendo al tema que nos ocupa, la película toma la historia de Hung Hei-kwun como punto de partida para otro vistoso y en última instancia vacuo espectáculo de cables y epatantes efectos. "Jet" Li, que utiliza una lanza durante casi toda la película, está secundado por un niño prodigio del wushu llamado Tse Miu. Sin estar mal, productos como estos desperdician el talento de verdaderos maestros de artes marciales que merecen vehículos más dignos que esta compleja y confusa parafernalia aérea.

Calificación: ** 1/2 de *****


"Jet" Li es el Mejor Luchador (Fist of Legend, 1994). Remake del clásico de Bruce Lee "Furia Oriental" ("Fist of Fury", 1972), dirigido por Gordon Chan y coreografiado por el gran Yuen Wo-ping. Esta joya, estrenada en nuestro país con el ridículo y absurdo título de " 'Jet' Li es el Mejor Luchador" (¿?), está unánimemente considerada una de las mejores películas de artes marciales de los últimos años.



La película se beneficia de unas excelentes coreografías que, acertadamente, deciden prescindir de demasiados artificios para mostrar abiertamente el talento de un inmejorable elenco de estrellas del presente y del pasado, entre las que destacamos a Chin Siu-hou, de nuevo Yasuaki Kurata (en uno de los mejores papeles de toda su destacable filmografía), y el fantástico Billy Chow, que vuelve a demostrar por qué es uno de los mejores villanos del cine de Hong Kong moderno.



Sin embargo, esta película es un vehículo para el lucimiento de un magnífico "Jet" Li en estado de gracia, el cual para esta película decide recurrir a un estilo de lucha más flexible y afín al alentado por el gran Bruce Lee. Atención al enfrentamiento inicial entre Liu Zhensheng (Li), discípulo del mítico Huo Yuanjia, y varios adversarios japoneses, en donde nuestro protagonista realiza una magnífica demostración de qinna (¿fanzi quan?).



En realidad, es difícil destacar una escena de lucha, ya que en esta película son todas excelentes y lo mejor es que la historia no escasea en combates, regalándonos además exhibiciones de una rutina de mizong quan, el arte marcial de la familia Huo, a cargo de Chin Siu-hou y el propio "Jet" Li.





En cualquier caso, si tuviera que quedarme con un solo combate, probablemente escogería la lucha entre Li y el gran Kurata, aunque todo el clímax final contra el sádico militar japonés es de los que quitan el aliento por su brutal intensidad. Como conclusión, "Fist of Legend" es una de las mejores películas de artes marciales de la historia, y de obligado visionado por cualquier aficionado serio al género.



Calificación: ***** de *****


Bodyguard from Beijing (1994). "Jet" Li vuelve a ponerse al servicio de Corey Yuen en esta versión hongkonesa de "El Guardaespaldas" (1992), en donde el protagonista debe proteger a una hermosa Christy Chung Lai Tai, la cual está amenazada por un poderoso gangster por su implicación como testigo en un juicio.



Como es de esperar, la historia explota todos los clichés esperables en una película con semejante argumento, y por tanto debe ser tratada con cierta condescendencia. El principal problema de esta película, sin embargo, no su previsibilidad. La historia trata nuevamente de abarcar más géneros de lo que es recomendable en una producción de estas características, y ciertamente el esperable romance entre el guardaespaldas y su protegida no llega a resultar todo lo convincente que debiera.



La película sacrifica buena parte de su metraje en describir la evolución de dicha relación, en vez de ofrecer más y mejores escenas de lucha. Lo mejor, sin ninguna duda, el clímax final, que enfrenta a "Jet" Li con el magnífico Collin Chou, el cual interpreta a un despiadado y letal asesino en esta película. Esta película ha sido distribuida en occidente con el título de "The Defender".

Calificación: *** de *****


My Father is a Hero (1995). Nueva producción de Corey Yuen, en la cual Li vuelve a compartir protagonismo con Tse Miu, la pequeña estrella que ya apareciera en "La Leyenda del Dragón Rojo". La película supone una cierta mejoría con respecto a "Bodyguard from Beijing", al menos en lo que atañe a la cantidad de escenas de lucha, que en este caso son bastante más numerosas e incluso más espectaculares.



A destacar toda la surrealista confrontación final, en la que "Jet" Li debe hacer frente nada más y nada menos que a Yu Rong-guang, Ken Lo Hui Kwong, guardaespaldas de Jackie Chan y excelente pateador y, nuevamente, Collin Chou. Para poder sobrevivir deberá recurrir a la ayuda del pequeño Tse Miu, al que utilizará como "niño yo-yo" (¡verídico!) en uno de los momentos más involuntariamente hilarantes del cine de Hong Kong moderno.



Atención también a la impresionante lucha con dos tonfas entre Li y varios adversarios. Esta película ha sido distribuida en occidente con el título de "The Enforcer".

Calificación: *** 1/2 de *****


Doble Mortal (High Risk, 1995). Hasta la fecha, última colaboración entre Li y Wong Jin, lo cual, viendo en retrospectiva la calidad media de todos los proyectos en los que ambos han participado, es de agradecer. Esta memez de película es con diferencia una de las peores de toda la filmografía de "Jet" Li.



El actor interpreta a un ex-oficial de las Fuerzas Armadas que trabaja como guardaespaldas de una famosa estrella del cine de acción de Hong Kong, interpretada por Jacky Cheung, la cual es conocida y admirada por no utilizar dobles en ninguna de sus escenas de riesgo. En realidad la verdad es bien distinta, y el personaje está la mayor parte de las veces demasiado borracho como para poder realizar cualquier escena de riesgo, lo que lleva al personaje interpretado por Li a doblarlo en sus películas sin el conocimiento del público.

Según parece, el personaje de Jacky Cheung es una especie de vendetta personal de Wong Jin hacia Jackie Chan, con el cual colaborara en "City Hunter" (1993). La relación entre ambos no fue especialmente saludable, de ahí que el director no tuviera ningún reparo en explotar la imagen de Li para parodiar a Jackie Chan por medio de este personaje, el cual hace uso de las mismas payasadas y acrobacias que caracterizan el estilo personal de esta leyenda del cine de Hong Kong.



Por si todo esto no fuera suficiente, la película desaprovecha por completo a "Jet" Li, que es relegado a un discreto segundo plano. Y la calidad de las decepcionantes coreografías, elaboradas por Corey Yuen, es lo primero de lo que se resiente esta estúpida y soporífera versión hongkonesa de "La Jungla de Cristal" (1988). Lamentable.

Calificación: * 1/2 de *****


Dr. Wai and the Scripture with no Words (1996). Nueva colaboración entre "Jet" Li y el director Tony Ching Siu-tung, el cual vuelve a quedar a cargo de las escenas de acción. Por desgracia, en general no se aprecia una mejoría palpable con respecto a las luchas de "Swordsman II", su anterior proyecto en común.



De este modo, este homenaje a las películas de "Indiana Jones" está lejos de ser una gran película, desperdiciando nuevamente el talento del actor protagonista en bochornosas exhibiciones de vuelos y piruetas imposibles que sazonan una historia confusa y surrealista a la que es mejor no tratar de encontrarle ningún sentido.



Lo mejor de la película, sin lugar a dudas, es el enfrentamiento entre "Jet" Li y dos sumotoris, recurriendo éste al suave y grácil arte del taiji, aunque aún en este caso es recomendable no afanarse en buscarle una explicación coherente a lo que se está viendo. ¡Esto es Hong Kong!

Calificación: ** 1/2 de *****


Black Mask (Black Mask, 1996). O, lo que es lo mismo, una surrealista combinación de superhéroes y ciencia ficción, con una marcada estética de comic. Esta nueva colaboración entre Li y Yuen Wo-ping fue una de las primeras en estar disponibles en nuestro país en formato video VHS.



La película alterna momentos de acentuada e hiperbólica violencia con otros momentos que, supuestamente, buscan el comic relief, aunque sin conseguirlo, a causa de la desquiciante interpretación de una odiosa Karen Mok que nunca llega a encajar en el contexto de una historia tan oscura y "seria" como ésta.



Li, con un discutible traje que recuerda ligeramente al personaje Kato interpretado por Bruce Lee en la serie "El Avispón Verde", no parece estar muy cómodo en su papel, y la acción suele abusar de un montaje innecesariamente confuso.



En cualquier caso, la película cuenta con sus aciertos, especialmente toda la excelente confrontación final entre Li y Patrick Lung, un villano realmente aterrador. Previamente, Jet se enfrenta a Russ Price en un ultra-rápido intercambio de patadas. En resumidas cuentas, podía haber sido mejor pero también podía haber sido mucho, mucho peor.

Calificación: *** 1/2 de *****


Dr. Wong en América (Once Upon a Time in China and America 1996). Nueva y esperada colaboración entre Li y Samo Hung Kam-bo tras la irregular "Kung Fu Cult Master". Esta película marcó además el regreso del actor a la célebre saga que abandonara tras finalizar su tercera entrega, y sobre la que esta nueva aportación supone una considerable mejoría, gracias a unas formidables escenas de acción brindadas por Samo. La historia, no obstante, es probablemente la más absurda e idiota de toda la saga. Wong Fei-hung viaja al lejano oeste a visitar a un alumno que ha abierto una clínica en América.



Durante la última mitad del siglo XIX, especialmente a raíz del Tratado de Tianjin tras la derrota de China en la segunda Guerra del Opio, se produjo toda una diáspora de ciudadanos chinos, la mayor parte de ellos procedentes del sur del país (Guangdong o Cantón), y los cuales eran utilizados como mano de obra barata en plantaciones e incluso en las obras para la construcción del ferrocarril transcontinental en Norteamérica. Esto permitiría la formación de comunidades por todo el sureste de Asia, Norteamérica y Europa, lo cual sería el origen de los célebres "barrios chinos".



Durante el trayecto, Wong Fei-hung tiene un accidente que le provoca la pérdida de memoria, siendo acogido y "adoptado" por una tribu de nativos amerindios, hasta que finalmente se recupera y puede regresar con los suyos a tiempo para ayudarlos contra unos desalmados y corruptos forajidos.



Aunque la historia no brille precisamente por la originalidad de su trama, la película se redime gracias a unas excelentes y abundantes coreografías de lucha en las que Li tiene la oportunidad de lucirse como es debido en ricas y ultrarápidas combinaciones de wushu, kickboxing e incluso un fabuloso combate con bastón contra Hung Yan Yan.



El clímax final enfrenta a Li con Joe Sayah en lo alto de una plataforma, idea que sería prestada posteriormente en "Fearless". Li está además perfectamente secundado por la adorable Rosamund Kwan, que también apareciera en las anteriores entregas de la saga, y el fenomenal Richard Ng, una de las famosas "lucky stars" y uno de los más grandes cómicos de todo el cine de Hong Kong.

Calificación: **** de *****


El Rey de los Asesinos (Hitman, 1998). Antes de estrenarse como estrella de acción en los Estados Unidos con "Arma Letal IV" (1998), "Jet" Li protagonizó una nueva película de acción "made in Hong Kong", dirigida y coreografiada por Stephen Tung Wei.



La película cuenta con la participación del gran cómico Eric Tsang Chi-wai, cuyo personaje contrata a un asesino con conciencia interpretado por Li, el cual deberá poner a prueba sus conocimientos de artes marciales en frenéticos enfrentamientos con diversos adversarios, entre los que destacan el japonés Keiji Sato y, especialmente, Paul Rapovski, con el que el actor mantiene dos combates de destacable intensidad.



Li está sensacional como siempre, y la acción es todo lo vibrante que pueda esperarse en una producción de estas características, con abundante y ultrarápido (lo cual es una constante cuando se trata de "Jet" Li) wushu, kickboxing, qinna e incluso una nueva demostración de belt fu (es decir, combate utilizando como arma un cinturón), tal y como ya se viera en "Fist of Legend". Recomendable.

Calificación: *** 1/2 de *****


Arma Letal IV (Lethal Weapon, 1998). Tras previos y fallidos intentos por penetrar en el mercado americano, " Jet" Li conseguirá finalmente el reconocimiento internacional que merece gracias en parte a esta película, en la que interpreta a un temible y cruel gangster de la tríada china, lo cual supuso un cambio significativo con respecto al tipo de papeles heroicos a los que el actor nos tiene acostumbrados en Hong Kong.



La película, como las anteriores entregas, no deja de ser otra típica, manida y aburrida combinación de tiros, explosiones y persecusiones a la que el cine de acción de Hollywood nos tiene acostumbrados, y si hay algo que destacar en esta idiotez es precisamente la interpretación de Li, el cual sobresale sin mucha dificultad en todas y cada una de las escenas en las que aparece gracias a su pasmosa habilidad como artista marcial.



Me abstendré de hacer cualquier comentario acerca de la bochornosa confrontación final contra Gibson y Glover por vergüenza ajena. Atención a los cameos como gangsters de Conan Lee y otra sensacional estrella del cine de kung fu del pasado, Eddie Ko, si bien ninguno de los dos tiene oportunidades de lucirse en este despropósito.

Calificación: * 1/2 de *****


Romeo Debe Morir (Romeo Must Die, 2000). Esta película supuso el estreno como protagonista absoluto en una producción de Hollywood de "Jet" Li, el cual contó nuevamente con la colaboración de Corey Yuen Kwai como director de las escenas de acción.



Pese a las referencias a Shakespeare del título, la relación sentimental entre el chino Li y la actriz afroamericana Aaliyah está relegada a un muy discreto segundo plano (¿a alguien le sorprende?), aunque por desgracia no se pueda decir lo mismo de toda esa subtrama de rivalidad entre gangstaz y miembros, nuevamente, de la tríada china (ya se sabe, esto es Hollywood), salpicada por la insufrible y omnipresente selección de temas "hip hop" de rigor.



Con semejante panorama, a "Jet" Li no le resulta nada difícil destacar por méritos propios en las imaginativas secuencias de acción, las cuales, pese a todo, abusan en ocasiones de cables, primeros planos, y estúpidos e innecesarios efectos para ilustrar fracturas de huesos varias.



Por otro lado, y pese a los futiles intentos por hacerlo parecer un enemigo igualmente experto en artes marciales, Russell Wong no resulta convincente en ningún momento como rival para Li, y su paupérrima técnica palidece en comparación con la del protagonista. A destacar la escena en la que el protagonista inmoviliza con pasmosa y humillante facilidad a varios adversarios en un estrecho callejón y la lucha en el interior de un almacén, en la cual Li utiliza una manguera como arma.

Calificación: *** de *****


El Beso del Dragón (Kiss of the Dragon, 2001). El siguiente proyecto de Li en occidente fue esta co-producción de Francia y Estados Unidos, producida por el mismísimo Luc Besson y coreografiada por Corey Yuen. El resultado es una de las mejores películas de artes marciales rodadas en occidente, y toda una lección de lo que debe ser una buena película de acción (toma nota, Joel Silver), aunque la historia no sea ni mucho menos el colmo de la originalidad.



Li vuelve a interpretar el papel de un ciudadano chino que se ve sin quererlo atrapado en un país extranjero con una cultura muy diferente a la suya, y en donde deberá hacer buen uso de sus conocimientos en artes marciales para proteger a una indefensa víctima, interpretada por Bridget Fonda, de los abusos de un corrupto, mezquino y sádico inspector de policía interpretado por un soberbio Tchéky Karyo, en uno de sus mejores papeles.



Desde el punto de vista de las coreografías de lucha, "El Beso del Dragón" supone también una considerable mejoría con respecto a "Romeo Debe Morir", no abusando en ningún momento de los cables y permitiendo a "Jet" Li dar cuenta de una amplia gama de adversarios en abundantes escenas de lucha, en las cuales el actor prescinde de intrincadas y complejas maniobras de wushu en pos de un estilo más directo en donde prima la eficacia.



Li vuelve a demostrar que también es capaz de adaptarse a coreografías más "reales" y también vuelve a demostrar que es capaz de luchar de manera brutal y contundente cuando es necesario. Simples y efectivos golpes, bloqueos y dislocaciones, así como técnicas adaptadas de sistemas clásicos como baguazhang orientados a la lucha callejera.



Li debe en ocasiones aprovechar el entorno para derrotar a sus adversarios, el más habilidoso de los cuales es el francés Cyril Raffaelli, que interpreta a uno de los dos guardaespaldas del corrupto inspector de policía interpretado por Karyo. Raffaelli demuestra ser un digno rival para Li, intercambiando veloces combinaciones de patadas en su climático desenlace.



Antes, Li deberá hacer frente a todo un pequeño ejército de practicantes de artes marciales en un dojô, utilizando dos bastones (escrima) para contrarestrar diveros ataques simultáneos a velocidades supersónicas. La escena, que recuerda a la ya clásica confrontación de Bruce Lee en el dojô en "Furia Oriental", es uno de los momentos con mayúsculas de una soberbia película que cuenta con uno de los más intensos y espectaculares tramos finales del cine de artes marciales rodado en occidente.



Y por si todo esto no fuera suficiente, la película cuenta además con una magnífica banda sonora (sí, han oído bien, banda sonora) a cargo del gran Craig Armstrong. Con semejante equipo técnico y artístico, "El Beso del Dragón" no puede por menos que ser considerada una obra maestra menor en la carrera de "Jet" Li.

Calificación: **** 1/2 de *****


El Único (The One, 2001). El nivel cualitativo vuelve a descender tan pronto el actor vuelve a rodar en Hollywood, en este caso una historia de ciencia ficción con elementos de "Los Inmortales" (1986), dirigida por James Wong y coreografiada nuevamente por Corey Yuen.



La historia no está del todo exenta de potencial. Li interpreta a un oficial de policía que un buen día descubre que existen alrededor de 123 universos paralelos (¡!), y que en cada uno de ellos hay "réplicas" de todo el mundo, incluido él mismo, aunque con identidades y vidas diferentes.



El problema surge cuando una de sus réplicas, un malvado "Jet" Li ávido de poder, decide viajar en el tiempo y eliminar a todas sus restantes réplicas con el fin de apropiarse de su energía y fuerza, convirtiéndose así en "el único". Ni que decir tiene, toda la película no es sino una excusa para la confrontación final entre los dos Lis, gracias al uso de dobles y efectos digitales.



La película, que originalmente iba a ser interpretada por la estrella de wrestling The Rock, resulta aburrida, previsible y ridícula, con una ruidosa y horrenda banda sonora de Trevor Rabin. Lo único que la redime es la idea de que cada uno de los dos Lis utilice un estilo de wushu distinto que permita distinguirlos en combate.



Así, el Li bueno utiliza bagua zhang ¸un estilo interno caracterizado por movimientos circulares y fluidos, mientras que el Li malo utiliza xing yi quan, otro estilo interno pero más ofensivo y con movimientos más rectos y lineales. Una excelente idea que permite algunos breves pero brillantes momentos, como aquél que alterna planos de ambos personajes realizando rutinas de sus respectivos artes.



Por lo demás, encontramos una correcta y nuevamente breve escena en la que Li inmoviliza a varios policías en el interior de un hospital con la fluidez que le caracteriza. El enfrentamiento final, sin estar mal del todo, podría no obstante haber dado mucho más de sí.

Calificación: ** 1/2 de *****


Hero (Hero, 2002). Tras las previas incursiones en América, Li volvió a China para rodar una película histórica dirigida por Zhang Yimou y ambientada en tiempos de la dinastía Qin (221-206ac). Aunque dicha dinastía únicamente duró quince años, fue especialmente importante en la historia del país gracias a la labor de su primer emperador, el brillante aunque brutal Qin Shihuang.



Qin unificó China sin importar los medios, iniciando el desarrollo de todo una red de caminos y canales y la construcción de la Gran Muralla China ("wanli changcheng") con el fin de defender el reino contra los bárbaros del norte. Qin Shihuang fue también responsable de todo un proceso de simplificación de medidas, pesos e incluso formas de escritura, gracias a lo cual hoy día toda la nación china dispone de un único sistema de escritura común denominado "Chino Tradicional".



Por desgracia, también el pensamiento se vio afectado por esta política de estandarización, y muchos libros fueron quemados y destruidos en el año 213, excepto los de medicina, agricultura y adivinación, con el fin de suprimir cualquier tipo de escrito subversivo y hostil a su política; ni que decir tiene, todos aquellos que tenían ideas contrarias y se atrevían a manifestarlas fueron ejecutados de manera inmisericorde.



Es por ese motivo que Qin Shi está considerado uno de los tiranos más implacables de la historia del país, siendo vilipendiado por los confucianistas con motivo de su adopción del Legalismo, una peculiar filosofía según la cual la naturaleza humana es básicamente anárquica y maligna, por lo que se requiere un gobierno firme y estricto regido por la ley y el control antes que por preceptos morales de cualquier índole.



Fruto de una paranoia desmedida, el emperador se hizo construir una tumba grandiosa, obligando a todos aquellos que conocían tanto su paradero como los contenidos que serían depositados en la misma a que fueran enterrados con sus restos en el momento de su fallecimiento. El famoso ejército de Terracota, descubierto en 1974, forma en realidad parte de un complejo de cámaras funerarias alrededor del túmulo en el que se encuentran los restos del emperador Qin.



Con todos estos antecedentes, resulta significativo que en esta película el emperador aparezca reflejado de manera un tanto idealista y parcial. Hay quienes incluso han criticado un cierto tono propagandístico pro-comunista en el mensaje de la película, según el cual es noble sacrificar la propia vida y los ideales por un gobierno (o en este caso imperio) que, supuestamente, actúa en representación del pueblo.



De todos modos, Zhang puede estar orgulloso del resultado, ya que, pese a su inexperiencia en el género, "Hero" puede ser considerado todo un hito en la historia del género, y también uno de los mayores logros cinematográficos de todo el cine de "wuxia". El motivo no es sino la sublime conjunción de una maravillosa fotografía a cargo de Christopher Doyle, una preciosa banda sonora de Tan Dun evocadora de su trabajo para "Tigre y Dragón" (2000), una impresionante puesta en escena y cautivadoras coreografías a cargo de Tony Ching Siu-tung, que poseen una cualidad atemporal y embriagadoramente hermosa.



Por si todo esto no fuera suficiente, esta película supuso una nueva colaboración entre dos de los más grandes expertos en artes marciales del cine moderno, "Jet" Li y Donnie Yen, cuyo enfrentamiento al principio de la película en la casa de ajedrez es el momento con mayúsculas de la película desde el punto de vista de las artes marciales, y también uno de los duelos visualmente más hermosos de toda la historia del género.



En un momento dado del combate, ambos contendientes detienen sus armas y, con los ojos cerrados, prosiguen el duelo en un plano más sutil y mental, anticipando los movimientos del contrario y adaptándose a los ritmos siempre cambiantes de la música, hasta su trágico desenlace. Por cómo está concebido, planificado y ejecutado, este duelo merece pasar a la historia como uno de los más perfectos y elaborados de la historia.



Los restantes actores, Tony Leung, Maggie Cheung y Zhang Ziyi hacen lo que pueden, pero ninguno de ellos sabe artes marciales, y la diferencia cualitativa a efectos técnicos entre el enfrentamiento de Li con Yen y todos los demás es abrumadora. Tony Ching Siu-tung consigue, no obstante, suplir dichas carencias gracias a algunas de las más bellas coreografías de toda su dilatada carrera (la cual incluye clásicos como "Duel to the Death" de 1983 o "Dragon Inn" de 1992), de las cuales sobresale el duelo de Li y Leung en un apacible lago, o toda la escena en el interior de una escuela de caligrafía mientras es asediada por el ejército imperial y abatida bajo una espectacular lluvia de flechas.



La película saca buen partido de sus impresionantes decorados y también de los paisajes de China, que aparecen reflejados en todo su esplendor durante toda la historia. Lo único que quizás se le puede criticar es toda la prescindible subtrama trágico-romántica de los personajes interpretados por Tony Leung y Maggie Cheung, pero en una película de tal rotunda perfección visual, sonora y técnica, no seré yo quien me queje. Eso sí, que nadie espere encontrar otra manida, exasperante y occidentalizada historia de amor imposible bajo el disfraz de una película wuxia a lo "Tigre y Dragón". "Hero" juega en otra liga.

Calificación: ***** de *****


Nacer para Morir (Cradle 2 the Grave, 2003). Li vuelve a rodar en los Estados Unidos, y vuelve a ponerse a las órdenes de Corey Yuen en esta nueva película de acción con poco wushu y mucho hip hop. El resultado es, probablemente, la peor película hasta la fecha de toda su filmografía. Todos los defectos de "Romeo Debe Morir" aparecen acrecentados en esta película, sin ninguna de sus virtudes.



En realidad, "Nacer para Morir" bien parece ser más un vehículo para el lucimiento de DMX, el cual no contento con intentar convencernos de que puede actuar, en esta película se afana también en intentar convencernos de que, además, puede luchar. Como uno puede esperar, los resultados rayan el ridículo más lamentable.

Lo que realmente más me irrita acerca de este bodrio es el increíble talento que se desaprovecha, y no me estoy refiriendo únicamente a Li, sino también al magnífico Mark Dacascos, uno de los mejores artistas marciales americanos al que, incomprensiblemente, no se le brinda la oportunidad de demostrar su increíble maestría.



De este modo, su enfrentamiento final con Li, que debería haber sido todo un festín de buena técnica, velocidad y precisión, resulta mediocre hasta la exasperación. Malas coreografías, montaje confuso a lo MTV, exceso de cables... en definitiva, todos los vicios habidos y por haber en el moderno cine de acción americano se dan cita en esta horrenda mamarrachada que debería haber estado protagonizada exclusivamente por DMX. De este modo no habría perdido hora y media de mi tiempo en verla.

Calificación: * de *****


Danny the Dog (Danny the Dog, 2004). Vistos los resultados de su anterior incursión en el cine americano, Li fue lo suficientemente inteligente como para volver a implicarse en una co-producción con Francia producida por Luc Besson, tras la positiva experiencia en esa joya que es "El Beso del Dragón". Y los resultados vuelven a ser excepcionales.



"Danny the Dog" ofrece una nueva vuelta de tuerca al viejo mito de Pigmalión, ofreciendo uno de los personajes más agradecidos en cuanto a profundidad y complejidad psicológica de cuantos haya podido interpretar Li hasta la fecha. La película se beneficia sobremanera de las grises localizaciones en las que transcurre la historia, Londres y Glasgow, las cuales contribuyen especialmente a la gestación de esa atmósfera tan especial de la que se nutre la película, una atmósfera decadente e industrial, de exigua riqueza cromática, la cual acompaña al personaje en su proceso de rehabilitación social y afectiva.



Igual de acertada es su peculiar banda sonora, a cargo del grupo Massive Attack, la cual está basada principalmente en un conjunto de monótonos ambientes sonoros urbanos, de estilo sucio e industrial, que contrastan con otros pasajes de mayor ternura y emotividad.



Y, con respecto a las coreografías de lucha, decir que, como es de esperar en una nueva colaboración entre "Jet" Li y Yuen Wo-ping, son excelentes. Los primeros combates tienen como objetivo retratar el grado de primitivo salvajismo en el que se encuentra el protagonista, criado y utilizado por su "amo" como si fuera un animal, de ahí que aboguen por un estilo poco depurado y de carácter más callejero en el que todo vale. Li ofrece todo un recital de velocidad y precisión, descartando complicadas combinaciones de movimientos, bloqueos y ataques en pos de golpes más directos y contundentes ejecutados a gran velocidad y con una tremenda e impactante rabia.



A medida que su personaje evoluciona, su estilo de lucha va adquiriendo un enfoque más eminentemente defensivo, como puede apreciarse en el espectacular clímax final de la película, donde Danny ha de enfrentarse con toda una banda de mafiosos y, en especial, un nuevo y letal adversario interpretado por Michael Ian Lambert, el cual está dispuesto a utilizar todos sus conocimientos de artes marciales para liquidarlo.



El enfrentamiento entre ambos personajes está excelentemente coreografiado por el maestro Yuen. En todo momento puede verse lo que está ocurriendo, no se abusa de los primeros planos y de engañosos trucos de cámara. La secuencia que tiene lugar en el interior del estrecho habitáculo de un retrete es especialmente destacable, obligando a ambos contendientes a hacer uso de técnicas de corto alcance (con especial hincapié en el uso de los codos) para frenar y demoler al contrincante. A estas alturas Li se permite incluso el lujo de hacer uso de algunas impresionantes técnicas de wushu con y sin armas. En definitiva, su mejor película occidental junto con "El Beso del Dragón".



Calificación: **** 1/2 de *****


Fearless (Huo Yuan-Jia, 2006). Y llegamos finalmente a la obra cumbre de la filmografía de "Jet" Li, y también a su película más personal y sentida. Es cierto que, cinematográficamente hablando, "Hero", su otra gran Obra Maestra, sigue siendo con diferencia su mejor trabajo. Sin embargo, y aún con sus defectos, "Fearless" es una película que consigue implicar emocionalmente al espectador como ninguna otra suya, conmoviéndonos hasta extremos insospechados. De hecho, Li se implicaría en cuerpo y alma en este proyecto tan especial, con el fin de mostrar su visión de lo que constituía la práctica de las artes marciales tras décadas de entregada práctica.



Y, desde luego, la película consigue la difícil hazaña de entretener y, al mismo tiempo, hacer reflexionar al espectador acerca del componente ético y también, por qué no decirlo, espiritual, que subyace en la práctica de las artes marciales orientales. El resultado, por tanto, es una joya que puede disfrutarse a muchos niveles. Los que busquen acción disfrutarán de las estupendas coreografías del genial Yuen Wo-Ping, las cuales le permitirán al actor lucirse como es debido en virtuosas exhibiciones de wushu con y sin armas.



Por otro lado, aquellos que busquen algo más aparte de las escenas de lucha estarán de enhorabuena. El Huo Yuan-jia de Li no es muy diferente de su Wong Fei-Hung y de muchos de los personajes íntegros, honestos y respetuosos con la esencia del wushu a los que el actor nos tiene acostumbrados. En esta película, no obstante, ese componente reflexivo y espiritual está más acusado que en todas las demás. La grandeza de "Fearless", por tanto, está en su armonización de técnica y espíritu, algo pocas veces conseguido en la historia del género, equilibrando magníficas demostraciones de arte marcial con una historia realmente profunda y emotiva que reflexiona sobre la esencia de dicho arte.



Esto, lógicamente, no nos pilla de sorpresa, especialmente si tenemos en cuenta aquella "crisis" por la que pasó el actor hacia el año 1997, a consecuencia de la cual el actor estuvo muy cerca de retirarse del cine. Hastiado como estaba de su condición de celebridad y estrella de cine, el actor anhelaba poder volcarse en su familia y en su vida religiosa.



Afortunadamente, fue un maestro budista el que lo disuadió, convenciéndolo de que debía seguir haciendo cine, y aprovechar dicho estatus de estrella para contribuir a la difusión del budismo en Occidente. Y, ciertamente, en "Fearless" se puede apreciar muy claramente esa inquietud espiritual del actor, poniendo de manifiesto el grado de evolución al que el actor ha llegado como practicante de artes marciales.



De este modo, podemos considerar que esta película marcó el fin de una etapa, recapitulando muchas de las constantes de la filmografía de Li y presentándolas desde una perspectiva más madura, más serena y también reflexiva. "Fearless" cuenta con momentos de inaudita, en ocasiones incluso mística, belleza para aquellos que estén dispuestos a darle una oportunidad, demostrando que el buen cine de artes marciales es aquél que va dirigido al corazón del espectador... y a su propia alma.

Calificación: ***** de *****


El Asesino (War, 2007). Se trata de un entretenido aunque en última instancia inofensivo producto de acción "made in Hollywood", el cual supondría una nueva colaboración del actor con su amigo Jason Statham, el cual se erige como verdadero protagonista principal de la película. Pese a la colaboración de Corey Yuen en las escasísimas escenas de lucha, éstas están resueltas con evidente desidia. Que nadie espere encontrar demostraciones de artes marciales aquí... pero bueno, al menos no hay raperos de co-protagonistas.



Calificación: ** de *****


Los Señores de la Guerra(Warlords, 2007). Li volvería a rodar en China en ese mismo año, en este caso otra de esas típicas, suntuosas y espectaculares películas históricas tan populares en el mercado cinematográfico chino/hongkonés de los últimos años.



Nuevamente, se trata de una correcta película en donde Li tiene ocasión de pulir sus dotes interpretativas y ofrecer uno de sus papeles más complejos y trabajados. Por su parte, las realistas coreografías de Ching Siu-Tung van más en la línea de otras películas afines tales como "A Battle of Wits" (2006) o la maravillosa "Acantilado Rojo" ("Red Cliff", 2008) antes que películas históricas de artes marciales tales como "Hero".

Calificación: *** de *****


El Reino Prohibido (The Forbidden Kingdom, 2008). No deja de resultar irónico que la mejor película de Li tras "Fearless" sea, nuevamente, una película de (y sobre) kung fu. Al fin y al cabo, y por mucho que el actor sentenciara que ya no tenía nada más que aportar al género del "wushu", es en dicho género que Li tiene siempre la oportunidad de resplandecer como nunca, maravillándonos con su destreza en este arte.



Esta entretenidísima película pasará además a la historia por haber conseguido reunir a dos estrellas del calibre de Jackie Chan y "Jet" Li en una misma película por primera vez en sus respectivas carreras. Las coreografías de lucha, pergeñadas por Yuen Woo-Ping, sacan provecho de los estilos que han popularizado ambas estrellas, de modo que Chan interpreta a un maestro del estilo borracho, mientras que Li interpreta dos papeles, por un lado el del popular "Rey Mono", y por otro el de un monje silencioso y experto en wushu. Por cierto, que esta película marcó también la primera colaboración de Woo-Ping y Jackie Chan en casi dos décadas.



Ambas estrellas tendrán, cómo no, un muy ansiado enfrentamieto en el interior de un templo, el cual fue aguardado con bastante expectación por parte de los fans de ambas estrellas. Dicho enfrentamiento constituye todo un recital de buen kung fu, incluyendo estilos como el boxeo borracho, el estilo del tigre y el de la mantis. A modo de anécdota, este combate tuvo que filmarse con una cámara especial, ya que las cámaras normales eran incapaces de seguir a estos dos Maestros debido a las ultrasónicas velocidades a las que intercambiaban sus golpes.



"El Reino Prohibido" es una declaración de amor al género, y a lo largo de casi todo su metraje pueden encontrarse guiños y referencias a títulos representativos del cine de kung fu, tales como "Come Drink with me" (1966), "Monkey Goes West" (1966) y "The Ten Tigers of Kwangtung" (1980). Mención aparte merecen, por supuesto, los créditos de inicio, de estética retro muy deudora de las viejas películas de la Shaw Brothers, y en donde podemos ver fotografías de estrellas como Bruce Lee, Kara Hui Ying-Hung, Ti Lung, David Chiang, Lau Kar-Leung, Gordon Liu, y Kuan Tai-Chen, entre otros. Incluso la excelente música de David Buckley parece sacada de alguna de esas gloriosas películas de kung fu de los setenta.



Y no sólo del cine bebe esta reivindicable cinta de aventuras para toda la familia, la cual está basada en uno de los grandes clásicos de la literatura china, "Journey to the West". Dicha obra está centrada en el peregrinaje a la India, en tiempos de la dinastía Tang, del monje Tang Sanzhuang, con el fin de obtener unas escrituras budistas. Los mismos personajes de la película están tomados de la mitología china y de historias populares de dicho país.



Así, el personaje interpretado por Jackie Chan, Lu Yan, es un famoso santo taoísta, uno de los Ocho Inmortales; el Emperador de Jade es el Señor de los Cielos según la mitología china; el personaje del Rey Mono proviene de la fantasía épica del siglo 16 de Wu Cheng En; nuestra protagonista femenina, Golden Sparrow, toma el nombre de la protagonista de ese clásico del género al que antes hemos hecho referencia, "Come Drink with Me", interpretado originalmente por Cheng Pei Pei; y la villana de pelo blanco hace referencia a la anti-heroina de la obra "pulp" de Liang Yusheng, a la cual hemos podido ver en el cine anteriormente en clásicos como "La Dama del Cabello Blanco" (1993), interpretada por Brigitte Lin.



Todo este factor nostálgico, ese amor que rezuma la película hacia el cine de género, unido a una hermosa fotografía que sabe sacar provecho de las bellísimas localizaciones, un reparto de lujo en donde también brilla con luz propia el carismático Collin Chou en el papel del villano, un diseño de producción espectacular y una fantástica banda sonora... convierten esta película en una pequeña joya a reivindicar.



Calificación: **** de *****


La Momia 3: La Tumba del Emperador Dragón (The Mummy: Tomb of the Dragon Emperor, 2008). Una de cal y una de arena. Después de la estupenda "El Reino Prohibido" vino esta memez de secuela de una saga a la que nunca le he encontrado la gracia. La película podría adscribirse a esos "blockbusters" tan patéticos a los que Hollywood nos tiene acostumbrados últimamente. La película cuenta con momentos de esos que provocan vergüenza ajena (toda la secuencia de los yetis, por ejemplo).



"Jet" Li y Michelle Yeoh hacen lo que pueden por aportar algo de dignidad al conjunto, pero, lógicamente, cuando se tienen todas las papeletas en contra de uno, por mucho que se haga el resultado no dejará de ser el mismo, y la verdad es que me resulta imposible encontrar alguna virtud redentora en semejante despropósito de película, por lo que me abstendré de hacer más comentarios al respecto.

Calificación: * 1/2 de *****


Los Mercenarios(The Expendables, 2010). El muy esperado proyecto de Stallone, pese a ser una película entretenida y muy divertida, resultó no estar a la altura de todo lo que se esperaba de ella. No deja de resultar paradójico que una película que pretendía homenajear el cine de acción de los 80 lo hiciera rodando las escenas de acción con todos los vicios del cine de género actual: exceso de primeros planos y montaje confuso y vertiginoso para impedir que el pobre espectador pueda disfrutar como dios manda de las escenas de lucha.



Las antiguas películas de Van Damme, Don Wilson, Wincott... etc, no eran perfectas, ni mucho menos. También eran frecuentes los primeros planos, y las coreografías solían ser pobres y a menudo aburridas... y, sin embargo... se podían ver con relativa claridad los movimientos ejecutados, y las escenas de acción no parecían sacadas de un videoclip musical. Desgraciada e incomprensiblemente, Stallone consiguió reunir a un reparto estelar de luchadores y estrellas del cine de acción para desaprovechar sus dotes en unas secuencias de acción confusas y mal filmadas... ¿Por qué, Sly, por qué?

Además, y a pesar de venderse como una "película coral", en realidad la historia está al servicio de dos personajes que se erigen en protagonistas casi absolutos de la historia: por un lado, el interpretado por Sylvester Stallone, al cual le pesan ya los años, como es natural, lo cual se nota en las escenas de combate (afortunadamente nunca intenta disimularlo e incluso se permite dejarse "derrotar" por el matón interpretado por Steve Austin); y, por otro, Jason Statham, al que no le cuesta mucho trabajo apropiarse de la película y hacerla suya, tal es su carisma, presencia y soltura en las escenas de acción.

En lo que respecta a "Jet" Li, pues es el que más sale perjudicado por esa forma de rodar las escenas de acción a la que antes hacíamos referencia. Y esto es así porque sus maniobras de lucha son, con diferencia, las más complejas de todas, lo cual, unido a su habitual velocidad y a que la cámara no se queda quieta ni un momento, pues impide que sus escenas se puedan apreciar como es debido. No son pocos los que se preguntaron qué pintaba "Jet" Li en semejante oda al músculo y la testosterona... y en cierto modo llevan razón... es una pena que su personaje esté tan desaprovechado y que sus enfrentamientos con Lundgren estén tan mal resueltos.

No seré yo quien cuestione la habilidad y talento de Dolph como artista marcial, pero como luchador cinematográfico siempre ha sido de lo más mediocre, como demuestran películas como "Little Tokyo, Ataque Frontal", "Soldado Universal" o "El Castigador". Independientemente de la pobreza de su repertorio de movimientos, siempre me ha parecido un luchador lento y sin nada que aportar al género de las artes marciales. Bien, "Los Mercenarios" no hace sino reforzar mi teoría... de hecho, su principal "arma" de cara a los combates parece no ser otra que su tamaño y fuerza física... lo cual es algo bastante irritante, la verdad.

Mientras que en Hong Kong no es extraño encontrarse escenas de lucha en las que el luchador más pequeño y aparentemente débil derrota al más fuerte gracias a su agilidad, rapidez y técnica, parece como si los americanos no evolucionaran y siguieran anclados en ese tópico tan absurdo de que, cuanto más grande y fuerte seas, más invencible eres, como si la técnica del luchador estuviera supeditada al tamaño. En fin, muy triste.

Y de los demás luchadores, pues poco que añadir, porque tampoco tienen muchas oportunidades de lucirse en esta película, ni Couture, ni Crews, ni siquiera Austin. Eso por no hablar ya de Gary Daniels, un excelente artista marcial al que hemos podido ver (y con el que hemos podido disfrutar) en películas como "Cold Harvest" (1999) o "Bloodmoon" (1997), y que tampoco tiene ocasión de demostrar su valía en esta película (algo así como lo que le sucedió a Mark Dacascos en la espantosa "Cradle to the Grave").

Ah, también sale Eric Roberts, aunque uno todavía no consigue descubrir por qué... vale que salió en "Campeón de Campeones" (Best of the Best, 1989) una de las joyas del cine de artes marciales de finales de los 80, pero sus cualidades como luchador son bastante limitadas (sobre todo si las comparamos con las de su compañero Phillip Rhee, el verdadero reclamo de esta saga)... en fin, es una pena, porque se echan en falta muchas otras estrellas...

Y reconozco que "Los Mercenarios" es una película con muy buenas y loables intenciones, y que además consigue entretener al espectador durante todo su metraje... sin embargo, la película debería haber sido mucho más que eso. No me refiero por supuesto del guión, ya que esto suele ser lo de menos en este tipo de productos, y el de "Los Mercenarios" no es ninguna excepción. Sin embargo, para una película que supuestamente estaba concebida como un homenaje al cine de acción de los 80, pues también echo en falta un pelín más de... "cutrez"... sí, pero en el buen sentido.

Al final, y por mucho que se hayan empeñado en hacernos ver lo contrario, "Los Mercenarios" es una película de ahora y por tanto no se diferencia mucho de otros subproductos de acción como "G.I. Joe: The Rise of Cobra" (2009), hechos con más medios que las películas de antes, y menos alma. Lo dicho, una pena.

Calificación: *** de *****


4. Coda

A lo largo del presente estudio he pretendido rendir tributo a uno de mis ídolos cinematográficos, un actor cuyas películas me han hecho pasar momentos inolvidables, y que hoy día constituye todo un referente en el mundo del cine de artes marciales, a la altura de otros grandes como Jackie Chan o Bruce Lee. Y aunque es muy humano entrar en comparaciones (especialmente cuando hablamos de artistas marciales), la verdad es que cada uno es único e irrepetible en lo suyo. Y ahí está, qué duda cabe, la grandeza del cine de artes marciales.

2 comentarios:

  1. Me gustó mucho este artículo, está muy completo. Felicidades y gracias por compartir toda esta información. :D

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  2. Muchas gracias a ti, Rominaguerra! Me alegro de que te haya gustado. ;-) Un saludo desde Sevilla!

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