martes, 27 de agosto de 2024

Animalia (Sofia Alaoui, 2023): el nuevo cine espiritual marroquí

 



Muy de vez en cuando se estrenan, así de soslayo, películas que, lejos de contentarse con entretener, aspiran a algo más profundo y trascendente. El estado actual del mundo corrobora lo necesarias que son estas películas más espirituales, concebidas con el sano propósito de crear consciencia. "Animalia" (2023) es una de ellas.

El debut en el largometraje de la directora marroquí Sofia Alaoui tenía previsto su estreno en nuestro país para abril de 2024. Probablemente así haya sido, aunque por lo que parece únicamente se estrenó en uno o dos cines de la capital, lo cual viene, una vez más, a corroborar lo difícil que lo tiene este otro tipo de propuestas a la hora de llegar a un público más mayoritario.

La directora toma como excusa la premisa de una "invasión" extraterrestre para cuestionar los dogmas de fe, exponer la situación de desigualdad social en su país y, sobre todo, plantear una profunda reflexión sobre nuestra relación con los planos más trascendentes de la existencia, defendiendo la necesidad de un cambio a nivel planetario. Y lo hace en apenas 90 minutos.

 

La protagonista, llamada Itto (Oumaïma Barid), es una joven bereber de origen humilde que vive en la opulencia gracias a la adinerada familia de su marido. Un buen día, azarosas circunstancias la separarán de él, por lo que deberá emprender un viaje, tanto externo como interno, en su búsqueda, atravesando un país en caos a tenor de extraños acontecimientos que vaticinan la llegada a la Tierra de una civilización alienígena.


Esta posibilidad de un contacto extraterrestre hará que nuestra protagonista, devota religiosa, se vaya cuestionando las creencias que, hasta ese momento, había aceptado como dogma inexpugnable. Lo sobrenatural va a ir irrumpiendo progresivamente en la trama, manifestándose a través de extraños comportamientos por parte de los animales, que parecen adoptar el rol de tótems anímicos de la joven, guiándola y protegiéndola en su camino.

El elemento fantástico cobrará así un protagonismo cada vez mayor, permitiendo a la directora trascender el (obvio) mensaje de denuncia social y política para derivarlo por derroteros más espirituales. La película aboga por un cambio interno, y nos invita a replantearnos nuestra relación con la fe y lo Divino. Hay un momento maravilloso en la historia en donde Itto experimentará un viaje astral. Esta experiencia la cambiará internamente: dejará de tener miedo y rezar continuamente a su Dios buscando protección, ya que comprenderá, al fin, que está protegida y guiada desde el principio. Se sentirá parte de un Todo superior que la trasciende.


La consciencia grupal de los animales, ya sean perros, ovejas, pájaros o incluso hormigas, actuaría como portavoces o intermediarios de esta presencia extraterrestre que va abriéndose paso paulatinamente a medida que avanza la historia. En cierto modo, esta "Animalia" me recordaba, por momentos, a otra gran película de "invasiones alienígenas", la también extraordinaria "Monsters" (2010) del director británico Gareth Edwards. Las analogías entre ambas obras son irrebatibles: En ambas, una joven debe atravesar un mundo que se derrumba, guiada por un joven protector, en el marco de un posible contacto extraterrestre.

Por supuesto, esto no es Hollywood, así que no esperen encontrar escenas de acción con muchos tiros y explosiones, ni tampoco cutres alienígenas de CGI atacando a la gente sin ton ni son, que tristemente es lo que vende hoy día. La presencia extraterrestre se intuye más que se muestra, y sirve de catalizadora para los cambios internos por los que va transitando la protagonista de la historia y todos los que la rodean. El hecho de que ella esté embarazada aporta además un esperanzador toque de optimismo por un futuro mejor, diferente. La incierta promesa de una nueva Humanidad en donde las personas puedan coexistir, unas con otras, en Paz, independientemente de su credo, raza o nacionalidad.


Para que el nuevo mundo pueda surgir, los viejos patrones deben derrumbarse. La película muestra muy bien esto. Las viejas estructuras caducas deben dar paso a otras que estén más en consonancia con esa nueva consciencia que reclama el planeta. Cuando todo aquello que los personajes de esta historia habían aceptado ciegamente a causa de la programación religiosa y política empieza a desmoronarse, se producirá un vacío fértil en la sociedad que permitirá un nuevo renacer en consciencia. 


La cuidada fotografía de Noé Bach y la música de Amine Bouhafa, por cierto, son también excelentes. Hay algunos momentos en esta película, de gran belleza visual y sonora, que denotan una exquisita sensibilidad por parte de la directora y su equipo. Para mí, esta "Animalia" es sin duda una de las películas del año y no puedo por menos que recomendarla encarecidamente a todos los que resuenen con tan singular propuesta.

 

Mi calificación: *** 1/2 sobre *****

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